El ejército sirio logró retomar este sábado gran parte de Chaer, un yacimiento de gas donde los yihadistas del Estado Islámico (EI) mataron a 270 personas en una de las peores masacres cometidas hasta ahora por el grupo yihadista.
"Se trata de la operación más mortífera llevada a cabo por el Estado Islámico" desde el nacimiento de este grupo el año pasado, indicó la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
El ataque del EI contra este yacimiento de gas tuvo lugar el jueves, indicó el OSDH. Los yihadistas luchan contra los rebeldes, que a su vez intentan desde hace tres años derrocar al régimen de Bashar al Asad.
"La gran mayoría fueron ejecutados por disparos tras haber sido encarcelados" después de la entrada del EI en el yacimiento, indició el director de la ONG, Rami Abdel Rahman.
El grupo, que controla grandes zonas de territorio enSiria e Irak, anunció a finales de junio la creación de un "califato" islámico y está acusado de cometer atrocidades en los territorios que controla, como crucifixiones y ejecuciones sumarias.
El viernes las fuerzas del régimen llegaron al yacimiento y este sábado lo controlaban en gran parte aunque todavía había combates en los alrededores, según el OSDH.
Esta contraofensiva provocó la muerte de al menos 11 miembros del EI y de 11 soldados así como numerosos heridos que fueron trasladados al hospital de Homs.
El yacimiento de Chaer está situado en una región desértica de la provincia de Homs, donde hay yacimientos de gas y campos de petróleo.
La mayoría de las víctimas era vigilantes del yacimiento y voluntarios armados que lo defendían, en su mayoría provenientes de pueblos alauitas, la confesión del presidente sirio y que los sunitas del EI consideran su principal enemigo.
Al menos 11 obreros figuran también entre las víctimas.
Un video publicado en YouTube por el EI muestra decenas de cadáveres en el suelo del desierto, algunos que parecen haber recibido disparos en la cabeza y otros mutilados. En una imagen un yihadista golpea la cabeza de un cadáver con un zapato.
"Las ejecuciones sumarias de combatientes o de civiles son un crimen de guerra, sea cual sea el bando que las cometa. Son prisioneros de guerra y no tienen que ser ejecutados", recuerda el OSDH.
El conflicto en Siria, que empezó en marzo de 2011, se ha complicado por la presencia de los yihadistas, en su mayoría extranjeros.
El EI ya controla varios yacimientos de gas en la provincia siria de Deir Ezor. "Este grupo quiere conquistar zonas estratégicas, donde hay yacimientos de gas o de petróleo", según Abdel Rahman.
Según el OSDH, el EI lapidó el pasado jueves a una mujer acusada de adulterio en la provincia de Raqa, bajo su control, en la que sería la primera ejecución de este tipo. "Tenía 26 años y era viuda", según el director de la ONG.
Según un militante de la región, que confirmó la lapidación de la mujer en una plaza de la ciudad de Tabqa, los habitantes "están aterrorizados pero no se atreven a reaccionar".
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