El esperado triunfo del SPD en Renania supone un nuevo revés para Merkel

  • El esperado y cantado triunfo del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) en los comicios de este domingo en Renania del Norte Westfalia supone un nuevo revés para la coalición del gobierno de la canciller federal, Angela Merkel, en Berlín, cuyo poder se está viendo acotado cada vez más por la oposición.

Juan Carlos Barrena

Berlín, 12 may.- El esperado y cantado triunfo del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) en los comicios de este domingo en Renania del Norte Westfalia supone un nuevo revés para la coalición del gobierno de la canciller federal, Angela Merkel, en Berlín, cuyo poder se está viendo acotado cada vez más por la oposición.

Todas las encuestas coinciden en señalar que el SPD repetirá triunfo en ese estado de la mano de su líder regional y primera ministra, Hannelore Kraft, que forzó el adelanto electoral al no conseguir aprobar en el parlamento de Düsseldorf los presupuestos regionales.

Tras dos años de gobierno minoritario en coalición con Los Verdes y de la mano de su líder regional Sylvia Löhrmann, ambas mujeres y sus partidos esperan conseguir ahora una mayoría suficiente en la cámara regional para lograr un poder estable en el mas populoso estado alemán, con casi 18 millones de habitantes.

Los últimos sondeos atribuyen al SPD y Los Verdes un 37% y un 12% de votos, respectivamente, suficientes para esa mayoría deseada, mientras los cristianodemócratas (CDU) de Merkel rozarán el 30% y los liberales (FDP), aliados de la canciller en Berlín, un 6% que confirma su fase de recuperación tras meses de preocupante impopularidad en todo el país.

Cantado está también el ingreso en la cámara de Düsseldorf de Los Piratas, la joven formación emergente a la que se atribuyen hasta un 8,5% de votos y que ya ha logrado entrar desde el pasado noviembre en otros tres parlamentos regionales revolucionando el panorama político alemán, mientras La Izquierda (3,5%) se quedará a las puertas del legislativo regional.

Ante estas previsiones, Merkel y la CDU aspiran a limitar los daños al máximo, aunque el resultado que vaticinan las encuestas supone el peor de su historia en Renania del Norte-Westfalia, en gran parte por culpa de su candidato, el titular germano de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, que acumula declaraciones desafortunadas.

Röttgen ha decepcionado al electorado local al no aclarar si liderará a la CDU en la oposición en caso de derrota con la intención final de mantener su cargo ministerial en Berlín y cometió una torpeza al vincular estos comicios a la estabilidad del gobierno de Merkel, lo que le valió críticas de sus correligionarios.

Mas que críticas causó hilaridad su comentario ante las cámaras de televisión en un debate de que el nuevo primer ministro de Renania del Norte Westfalia "no lo elige la CDU, sino lamentablemente los electores" de ese estado federado.

En todo caso, el esperado triunfo de SPD y Verdes en el estado a orillas del Rin complica la vida a Merkel, ya que esos partidos de oposición controlarán entonces con una mayoría aplastante el Bundesrat, la cámara alta alemana o de los Länder, encargada de sancionar las leyes que aprueba el Bundestag, el parlamento o cámara baja.

Merkel asistió este mismo viernes impotente a una demostración de fuerza de esas formaciones en el Bundesrat, donde tumbaron sendos proyectos de ley de su gobierno para llevar a cabo rebajas fiscales y recortar las ayudas a la energía solar, lo que le obliga a buscar la ayuda de la comisión mediadora entre ambas cámaras para salvar, aunque sea en parte, la iniciativa legislativa de su gabinete.

Socialdemócratas y verdes aprietan también las tuercas a la canciller a la hora de ratificar el pacto fiscal para una mayor disciplina presupuestaria de la UE, proyecto de ley que necesita de una mayoría de dos tercios en el Bundestag de la que no dispone la coalición de Merkel.

Ya antes que el nuevo presidente francés, Fraçois Hollande, el SPD y los verdes advirtieron de que no darán luz verde a ese pacto si antes no se aprueba un programa para fomentar el crecimiento y la creación de empleo en la UE.

Esta exigencia ha hecho que la votación en el Bundestag para aprobar el pacto fiscal, prevista inicialmente para el 25 de mayo, se atrase hasta finales de junio, a la espera de que hasta entonces Bruselas haya puesto en marcha alguna iniciativa que satisfaga a la cada vez mas poderosa oposición rojiverde.

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