El Fan Fest de Brasilia acabó siendo la fiesta que todos deseaban

  • Unas 40.000 personas se acercaron hoy al FIFA Fan Fest de Taguatinga, en la periferia de Brasilia, para disfrutar y hacer un Carnaval con la victoria de Brasil frente a Croacia en el partido inaugural del Mundial.

Rafael Salido

Brasilia, 12 jun.- Unas 40.000 personas se acercaron hoy al FIFA Fan Fest de Taguatinga, en la periferia de Brasilia, para disfrutar y hacer un Carnaval con la victoria de Brasil frente a Croacia en el partido inaugural del Mundial.

El Taguaparque, donde ha sido instalado el Fan Fest de la capital brasileña, se vio invadido por una multitud de 'torcedores' que se acercaron al recinto para presenciar en las dos pantallas gigantes el encuentro entre la 'canarinha' y la selección balcánica.

Como si del Carnaval se tratase, multitud de aficionados se acercaron al recinto ataviados con disfraces y pelucas. Y un aroma festivo y colorido invadió el ambiente.

Pese a las dudas que había sembrado la ubicación del recinto, en la ciudad satélite de Taguatinga, a 20 kilómetros del centro de Brasilia, la realidad demostró que cuando se trata de animar a la selección nacional no hay distancia demasiado larga.

De acuerdo con los datos oficiales de la Policía Militar, fueron 40.000 los asistentes que se acercaron a ver el partido. Una cifra nada desdeñable, pero que no llegó a las esperadas, que hablaban de un aforo completo, con hasta 50.000 personas.

Acudieron numerosos asistentes de otras localidades próximas, como Ceilândia, Samambaia, Águas Claras y Guará.

La fiesta estuvo marcada por la presencia de las pantallas gigantes, a través de las cuales los aficionados pudieron disfrutar de todos los detalles del partido.

Un público que quedó mudo cuando vio el gol en propia puerta de Marcelo. Entonces una sombra de tristeza se apoderó del rostro de la mayoría de aficionados brasileños presentes.

Pero fue sólo un paréntesis, puesto que cuando Neymar marcó su primer gol, volvieron la alegría y la fiesta, lo que casi se convirtió en locura tras su segundo tanto y en éxtasis tras el tercero, de Oscar.

La seguridad, que estuvo a cargo de empresas privadas, aseguró el correcto desarrollo del evento.

Para ello fue fundamental el estricto cumplimiento de las normas de seguridad impuestas por la organización. Estas medidas incluían un minucioso registro de los asistentes, con el fin de evitar la entrada de elementos peligrosos o que pudieran enturbiar el ambiente.

Fuera del recinto, apenas unas decenas de personas protestaban contra el alto gasto público en el Mundial, aunque sin demasiada fe, frente a las numerosas fuerzas de seguridad.

Y es que parece ser que una vez que ha comenzado el Mundial, la gran mayoría de los brasileños están decididos a que este evento sea, ante todo, una gran fiesta.

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