El mejor negocio cubano: médicos por petróleo

  • Cerca de 40.000 médicos cubanos trabajan en Venezuela a cambio de contratos para explotar el crudo de la isla caribeña. El Gobierno de Raúl Castro utiliza este sistema para aligerar su deuda, pero los analistas avisan de que un cambio político puede cambiar las reglas del juego en el Caribe.
Cerca de 40.000 médicos cubanos trabajan en Venezuela a cambio de contratos para explotar el crudo de la isla caribeña.
Cerca de 40.000 médicos cubanos trabajan en Venezuela a cambio de contratos para explotar el crudo de la isla caribeña.
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Nick Miroff, La Habana (Cuba) | GlobalPost
Nick Miroff, La Habana (Cuba) | GlobalPost

"100 dólares por barril de petróleo a la vista", decía recientemente un titular de Granma, el periódico del partido comunista de Cuba. No hace mucho, esa noticia habría ido seguida de gestos preocupados y advertencias sobre la necesidad de ahorrar energía, de recortes en los medios de transporte o comentarios sobre apagones.

Pero eso ya no ocurre.

En la Cuba de hoy, el aumento del precio del petróleo sirve para ingresar efectivo en las necesitadas arcas gubernamentales, y eso que la isla está muy lejos aún de poder explotar sus propias reservas de crudo en alta mar y de convertirse en un exportador de alcance. Lo que ocurre es que Cuba está logrando beneficios gracias al petróleo de otras naciones.

Durante la última década, en un ejercicio de ingenuidad política y diplomática, los líderes cubanos han logrado que la isla, lejos de salir perjudicada por el alza del precio del petróleo, logre canalizar ese aumento hacia el banco: en virtud de una serie de acuerdos por los que se envían médicos cubanos, enfermeras y otros profesionales cualificados a gigantes energéticos como Venezuela, Angola y Argelia, el gobierno cubano sale beneficiado por el aumento del precio del crudo.

Los términos exactos de esos contratos de servicios no han sido difundidos, pero la fórmula esencial se resume así: si los precios del petróleo suben, Cuba gana más. El año pasado, la isla acumuló un excedente comercial de 3.900 millones de dólares, y los servicios (como la sanidad) sumaron 9.400 millones de los 13.600 millones de dólares en ingresos totales por exportaciones, según la Oficina Nacional de Estadísticas. Esas ganancias hacen palidecer lo que se ingresa con tradicionales exportaciones cubanas como el azúcar y el níquel.

Esos beneficios añadidos están ayudando a paliar la falta de recursos que obligó al gobierno de Castro a congelar cuentas de negocios extranjeros que operan en la isla y retrasar los pagos de sus aproximadamente 20.000 millones de dólares en deuda externa. También han servido como colchón a las autoridades cubanas en estos tiempos de turbulencias financieras, con 500.000 funcionarios (el 10 por ciento de la masa laboral del país) que van a ser despedidos o recolocados en los próximos meses.

Los analistas que estudian el sector energético de Cuba dicen que los lucrativos contratos de servicios del país suponen un "cambio del juego".

"Cualquier aumento exponencial del precio del petróleo seguirá haciendo crecer los ingresos por exportaciones", asegura Jonathan Benjamin-Alvaro, de la University of Nebraska at Omaha (EEUU).

Durante los años más difíciles del denominado Periodo Especial (el colapso económico post soviético que vivió Cuba en la década de 1990), los frecuentes apagones eléctricos dificultaban la vida cotidiana. La isla importaba la mayor parte de su combustible de la Unión Soviética, y al cerrarse ese grifo las centrales eléctricas cubanas y las redes de transporte se fueron al traste.

En la actualidad los apagones eléctricos son poco frecuentes. Además, con la ayuda de empresas extranjeras, Cuba produce actualmente unos 50.000 barriles diarios de petróleo que hacen funcionar sus centrales eléctricas. La isla recibe asimismo unos 100.000 barriles de Venezuela, que en parte se procesan en Cuba y en parte se reexportan a otros países de la región a través del acuerdo Petrocaribe.

El contrato de servicios más rentable para Cuba sigue siendo con Venezuela, su principal aliado, en donde unos 40.000 profesionales cubanos están trabajando en clínicas médicas, entrenando a atletas y también dentro de la administración de Chávez. Los médicos y trabajadores sociales cubanos han ayudado a apuntalar el apoyo a Chávez entre los pobres venezolanos; los hidrocarburos venezolanos han ayudado a su vez a sacar el gobierno de Castro de la práctica ruina financiera.

Estos acuerdos de colaboración han pasado factura a las familias y al propio sistema de salud de la isla, pero en general los trabajadores cubanos agradecen la oportunidad de ir al extranjero, incluso a lugares tan remotos como Catar o Angola, puesto que así pueden ganar mucho más que el salario medio de 20 dólares al mes que ganan en casa.

La fortuna económica de la isla estará aún más vinculada a los precios mundiales de la energía en los próximos años, ya que Cuba ha firmado más de una docena de acuerdos con empresas extranjeras para explotar sus reservas en el lecho marino. Este verano está previsto que llegue desde China un sofisticado sistema de extracción de petróleo en aguas profundas que la firma española Repsol utilizará para intentar llegar a unos depósitos con miles de millones de barriles de crudo, según los geólogos.

La explotación de un gran yacimiento podría acelerar la transformación de Cuba de país importador de crudo a actor principal en el tablero mundial energético.

El gobierno venezolano también ha invertido más de 6.000 millones de dólares para modernizar la refinería cubana de Cienfuegos, lo que convertirá a la ciudad portuaria del sur en uno de los mayores centros petroquímicos de la región. Una expansión similar está también en marcha en Matanzas, al norte de la isla. Los dos proyectos finalizados supondrán la multiplicación por dos de la capacidad de refinado de la isla.

Aunque los dos proyectos aún no estén terminados, el economista Ricardo Torres asegura que en Cuba ya no hay una sensación de alarma cuando aumentan los precios del petróleo. Advierte no obstante que es difícil de calcular el beneficio exacto para la isla de esta circunstancia, porque los términos exactos de los contratos de servicio con productores de crudo extranjeros como Venezuela nunca se han revelado.

Además, apunta otros riesgos. "Esos acuerdos fueron negociados en base a unos vínculos fuertes entre los países. Pero si uno de esos gobiernos cambia, Cuba tendrá que negociar un nuevo acuerdo. Así que todavía es vulnerable a los acontecimientos políticos en esos países".

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