
Se convirtió en una de las imágenes más emblemáticas del 11S, en toda un símbolo de supervivencia, pero ahora Marcy Fronteras, conocida en EEUU como Dusty Lady, ha abierto con su muerte con tan solo 42 años víctima de un cáncer de estómago una puerta a las teorías conspiratorias y los enigmas. Ella misma lo dijo en una entrevista con el Jersey Journal: "No sé si el polvo de ese día ha inoculado en mi cuerpo el cáncer porque no tengo diabetes, ni tensión alta ni otras características que inciten a la enfermedad".
Lo cierto es que la mujer que se salvó del 11S no ha podido hacerlo del cáncer tras un año luchando por superar la enfermedad. Es verdad que la vida de Marcy tras el atentado no fue fácil. El impacto la provocó una profunda depresión que la condujo a las drogas y al alcohol. Logró superar las adicciones pero la enfermedad cortó en seco una nueva oportunidad. La vida solo le había dado una: salvarse del 11S.
El impacto en la familia se ha visto reflejado en facebook. El hermano de la fallecida, Michael Fronteras, expresaba su dolor con una frase: '"No puedo creer que mi hermana se ha ido."
Juan Bordes, primo hermano la consideraba toda una heroína por las cosas que había superado en vida. "Además de la pérdida de tantos amigos, compañeros de trabajo y colegas en y después de ese trágico día, los dolores de antaño encontraron una manera de resurgir", dijo.
La famosa foto que se hizo viral en EEUU muestra a Marcy Fronteras, empleada del Banco de América en esa época, angustiada y cubierta de polvo tras el 11S.
Fronteras, con dos hijos, luchaba por pagar los 190.000 dólares en gastos médicos, pero nunca, ni el 11S se consideró una víctima de nada.
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