El problema hispano de los republicanos para hacerse con la Casa Blanca

  • Los aspirantes a la nominación republicana se enfrentan hoy en Florida con el reto de un delicado equilibrio: una posición dura en inmigración puede ayudarles a ganar el apoyo de las bases conservadoras en las primarias incluso en ese estado; pero quien finalmente sea el candidato necesitará el voto hispano para llegar a la Casa Blanca.

Votante republicana en un mitin de Gingrich
Votante republicana en un mitin de Gingrich
GettyImages
Beatriz Barral, Nueva York (EEUU)
Beatriz Barral, Nueva York (EEUU)

Las primarias de Florida este martes servirán como el primer indicador de las dificultades que tienen los candidatos republicanos para conquistar a los latinos.

"Claro que tienen un problema con el electorado hispano", asegura Antonella Romero, portavoz de la asociación Somos Republicans. "Nos alarma profundamente cómo ha cambiado el Partido [Republicano] desde la época de Ronald Reagan. Ahora, el Partido se está dañando a sí mismo. Si no cambian la retórica venenosa en inmigración, no van a tener mucho futuro en elecciones presidenciales".

Florida es el único estado donde los latinos republicanos, unos 450.000, juegan un papel importante en unas primarias, gracias a los cubano-estadounidenses de la zona sur del estado. Los latinos suponen el 22,5 por ciento de la población de Florida y el 13 por ciento de los votantes registrados.

Los cubano-estadounidenses, 1,2 millones, son el 32 por ciento de la población latina del estado y mayoritariamente votan al Partido Republicano.

Al contrario que para la mayoría de mexicanos y otros hispanos de California y el suroeste del país, para los latinos de Florida, la inmigración no es un asunto tan importante. Los cubano-estadounidenses tienen estatus legal gracias a un sistema único de asilo político. El segundo grupo más numeroso de hispanos, los puertorriqueños, son ciudadanos estadounidenses.

Sin embargo, lo que se dice en Florida sobre inmigración, se escucha en el resto del país. Hoy el exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney, llega como favorito con once puntos de ventaja sobre Newt Gingrich, según el último sondeo del diario Miami Herald, aunque otra encuesta la semana pasada colocaba a ambos en un empate técnico.

Retórica antiinmigrante

Importantes figuras republicanas, como el exgobernador de Florida Jeb Bush y el senador del estado y estrella emergente en el Partido, Marco Rubio, han pedido a los candidatos que moderen sus posiciones sobre inmigración.

"Tenemos que admitir que entre nosotros hemos usado una retórica que es dura, intolerable e inexcusable. Y tenemos que admitir, yo incluido, que a veces hemos sido demasiado lentos en condenar ese lenguaje", dijo Rubio, que es de origen cubano y está considerado como un posible candidato a vicepresidente, en un discurso ante la Red de Liderazgo Hispano.

"Pido a los candidatos republicanos, y a todos los republicanos, que no seamos sólo el partido antiinmigración ilegal. Eso no es lo que somos y lo que deberíamos ser. Debemos ser el partido pro inmigración legal", proclamó Rubio.

En Florida, los candidatos y sus Super PAC (grupos de apoyo a los candidatos) han gastado al menos 22 millones de dólares en anuncios de radio y televisión, en los que no han dudado en usar la inmigración como arma arrojadiza. En uno de esos anuncios, Romney acusa a Gingrich de decir que "el español es la lengua del gueto".

Gingrich retiró un anuncio en el que calificaba a Romney de "antiinmigrante", después de que Marco Rubio lo criticase.

"No soy antiinmigrante, mi padre nació en México, el padre de mi esposa nació en Gales. La idea de que soy antiinmigrante es repulsiva", se defendió Romney en el último debate en la CNN celebrado en Florida. "Me gusta la inmigración legal. Creo que es importante para EEUU reconocer que la inmigración es una fuente de vitalidad para nuestro país".

Sin embargo, Romney ha prometido repetidamente que, si llega a presidente, vetará el DREAM Act, la ley para conceder la ciudadanía, tras pasar por la universidad o el Ejército, a los jóvenes que llegaron de forma ilegal.

Como solución para los 11 millones de indocumentados, ha abogado por la "auto-deportación", una política que implica establecer condiciones económicas difíciles para que decidan dejar el país.

El tema inmigrante es secundario en Florida

Somos Republicans ha decidido dar su apoyo a Newt Gingrich. "Apoyamos a Gingrich porque tiene una idea más abierta de lo que es la inmigración. Pero más que todo, porque Romney ha recibido el apoyo de Kris Kobach (el secretario de Estado de Kansas), que ha estado detrás de legislación antiinmigrante en Arizona y ha trabajado para grupos que se oponen a los inmigrantes", explica Romero.

"Y no estoy hablando sólo de inmigración ilegal, sino a la inmigración de cualquier tipo. Además, Romney dijo que si fuera presidente vetaría el DREAM Act y no nos gusta", añade.

Pero el exgobernador de Massachusetts ha conseguido el respaldo de importantes figuras republicanas latinas como los congresistas Mario y Lincoln Diaz-Balart, Ileana Ros-Lehtinen, el exsenador Mel Martínez (todos ellos cubano-estadounidenses) y Luis Fortuño, el gobernador de Puerto Rico.

"Romney va por delante porque tiene el apoyo de la plana mayor del Partido Republicano en el estado, que tienen mucho peso en el sur de Florida. Pero la prueba de fuego vendrá cuando se enfrente a Obama", apunta Maribel Hastings de America's Voice, un grupo a favor de una reforma migratoria.

"El presidente [Obama] tiene el importante reto de volver a movilizar a los hispanos a niveles de 2008, que será difícil, pero sigue gozando de un apoyo mucho mayor que los republicanos", añade Hastings.

Obama, el preferido de los hispanos

Obama obtuvo el 67 por ciento del voto latino en 2008 y sigue contando con la mayoría de su respaldo. Ahora el presidente tiene la aprobación del 63 por ciento de los hispanos y se mantiene por delante de todos los candidatos republicanos, según una encuesta publicada la semana pasada por Univision, ABC y Latino Decisions.

Ante estos números, el exgobernador de Florida Jeb Bush, escribió un artículo en el Washington Post en el que recordaba que los latinos son indispensables para ganar estados como Florida, Nuevo México, Nevada, Colorado y llegar a la Casa Blanca.

"Para el Partido Republicano hay mucho en juego", escribió el hermano del expresidente. "Sólo 8 años después del éxito del Partido en atraer a los votantes hispanos en 2004, esta comunidad, la que más crece en todo el país, se ha alejado".

Y añadía: "Los republicanos tenemos que volver a abordar este asunto y volver a enmarcarlo, empezando por reconocer que los nuevos estadounidenses fortalecen nuestra economía. Las políticas de inmigración de EEUU deberían reflejar este principio. Al igual que los republicanos creemos en el libre comercio de bienes, deberíamos apoyar el libre flujo de talento humano".

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