El Senado de Estados Unidos, bajo control demócrata, ha bloqueado por un estrecho margen los esfuerzos de los republicanos por revocar la reforma del sistema de salud dos días después de que un tribunal federal la declarase inconstitucional.
Con 51 votos a favor y 47 en contra, los senadores rechazaron sobre líneas partidistas una enmienda propuesta por la oposición para revocar la reforma de salud que promulgó el presidente de EEUU, Barack Obama, en 2010.
La Cámara de Representantes, bajo control republicano, aprobó la revocación de la reforma sanitaria el mes pasado, cumpliendo así la promesa que hicieran los republicanos en los comicios legislativos de noviembre.
Pero, con esta última votación, los republicanos no lograron reunir los 60 votos necesarios para que la enmienda fuese aprobada, lo que, según observadores, garantiza que la revocación de la reforma sanitaria tendrá que decidirse en los tribunales.
"Estaríamos abandonando nuestro deber si los republicanos no lucháramos por la revocación [de la reforma sanitaria]... hicimos una promesa a nuestros votantes de que revocaríamos esta ley y es lo que intentamos hacer", dijo el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, había indicado el martes que aceptaría la polémica votación en el pleno de la Cámara Alta para así proceder a otros asuntos pendientes en el Legislativo.
Desde el principio, la reforma sanitaria enfrentó a los demócratas, que arguyen que ésta ayudará a reducir los costes y ampliará la cobertura médica en EEUU, y a los republicanos, que la consideran una costosa injerencia del Estado en la regulación del sistema de salud y que aumentará el déficit.
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