El 'sushiman' que escapó después de dos intentos de asesinato

    • Kenji Fujimoto se convirtió en el confesor del padre de Kim Jong Un. Llegó a Corea del Norte en 1988 y durante los 11 años siguientes fue su chef personal.
    • Ahora reside en Japón, donde vive del dinero que ha recaudado con su libro sobre las intimidades del Kim Jong Il.
Nadie puede pronunciar su nombre
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Susana Campo
Susana Campo

Kenji Fujimoto se convirtió en el confesor del padre de Kim Jong Un. Llegó a Corea del Norte en 1988 y durante los 11 años siguientes fue su chef personal. Aunque su único cometido era preparar sushi fresco para con el paso del tiempo Fujimoto se convirtió también en su amigo y confesor.

Viajaban siempre juntos. Iban a cazar, a montar a caballo o a practicar esquí acuático. Kim Jong Il vio por primera vez un partido de la NBA o una película de Clint Eastwood gracias a su cocinero japonés, que durante más de una década guardó celosamente los secretos las excentricidades del líder de la nación más hermética del planeta.

Sin embargo, en 2000, y después de dos intentos de asesinato por parte del dictador norcoreano–que sospechaba que su cocinero le había traicionado-, Fujimoto escapó de vuelta a Japón, donde vive del dinero que ha recaudado con su libro sobre las intimidades del Kim Jong Il.

Él era el que viajaba en vuelos privados a Pekín para comprarle al líder Kim Jong Il comida de McDonald's. También era parte de su trabajo volar a Irán por caviar, a Japón por pescado o a Dinamarca por cerveza. Fujimoto también volaba a Francia para comprar un suministro de coñac que costaba 700.000 dólares anuales.

Gracias a él se sabe que bajo el régimen cuenta con una brigada de jóvenes norcoreanas a las que se separaba de sus familias a la temprana edad de 16 años para adoctrinarlas en el arte de cumplir los deseos sexuales del padre de la patria. Según cuenta Kenji Fujimoto, "dependiendo de su humor, el 'querido líder' les ordenaba que le cantaran canciones románticas, que bailaran música disco, que hicieran un 'striptease' o que improvisasen un combate de boxeo".

El actor favorito de Kim Jong-Il era Arnold Schawarzenegger. Según afirma Kenji Fujimoto, Kim Jong-il llegó a reunir hasta 30.000 cintas VHS de películas estadounidenses. Kim Jong-il disfrutaba de una piscina olímpica subterránea a prueba de bombardeos recubierta con azulejos de oro sobre los que estaba dibujada su propia imagen.

Un equipo de 200 personas inspeccionaba a mano cada grano de arroz que se iba a cocinar para Kim Jong-Il. Según recuerda Fujimoto, la leña de la hoguera donde se cocinaba el arroz debía ser traída del monte Paektu, la montaña sagrada de Corea del Norte donde, según la versión oficial, nació, bajo un arco iris doble, el propio Kim Jong-il.

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