“No hay razón para tener miedo”, dice Leif Bertwig a todos los posibles compradores de esta casa en Visby (Suecia), recoge The Washington Post.
En el sótano de la casa y durante 800 años se ha conservado una tumba con su correspondiente cadáver. Esos sí, es un total desconocido.
El ocupante de la casa es un esqueleto, y el agente inmobiliario afirma que posiblemente sea de un ruso que vivió allí hace cientos de años. La casa, de cinco habitaciones y en el centro de la ciudad de Visby, se construyó sobre los cimientos de una antigua iglesia rusa fechada en 1750.
Lo peor, es que el esqueleto está completamente visible. Una placa de metacrilato permite ver todos los huesos, aunque siempre puedes poner una alfombra para no verlo.
De hecho, la casa usa como referencias arquitectónicas las bases del templo. La cocina se encuentra a la altura del presbiterio. El precio de salida del inmueble: cerca de 440.000 euros.
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