Un niño con enfermedad terminal muere en paz en los brazos de Santa Claus

Eric Schmitt-Matzen, un ingeniero mecánico de 60 años de Tennessee, es la viva imagen de Papá Noel: aspecto afable, mejillas sonrosadas y larga barba blanca.

Este Papá Noel de carne y hueso nació, de hecho, el 6 de diciembre (día de San Nicolás) y la devoción por su personaje le ha terminado influyendo en su vida cotidiana: viste de tirantes y su teléfono móvil suena a ritmo de 'Jingle Bells'.

Eric Schmitt-Matzen realiza alrededor de 80 actuaciones al año con la ocasional compañía de Sharon, su mujer, quien interpreta a Mamá Noel.

Su misión, desde hace seis años, es hacer hacer reír a los niños, difundir la alegría, pero no siempre es así. Schmitt-Matzen ha contado una historia desgarradora que comenzó con una llamada de teléfono.

"Sonó el teléfono. Era una enfermera que trabajaba en el hospital de Tennessee. Me dijo que había un niño de 5 años muy enfermo que quería conocer a Papá Noel. Así que accedí y pedí cambiarme de ropa", afirmó 'Santa Claus'.No hay tiempo

La enfermera, preocupada, le advirtió: "No hay tiempo para eso. Sus tirantes son suficientemente. ¡Venga ahora mismo!"

Este afable Papá Noel entró rápidamente en la sala y encontró al pequeño solo. Nadie de su familia quería entrar. Todos observaban la escena desde detrás de la ventana del pasillo.

"Cuando entré, él estaba allí, tan débil que parecía que estaba listo para quedarse dormido. Me senté en su cama y le pregunté: "Dime, ¿qué es esto que he oído de que te vas a perder la Navidad? ¡De ninguna manera te puedes perder la Navidad! ¡Eres mi elfo número uno!"

"Él levantó la mirada y dijo, ¿lo soy?" Yo dije: "¡Claro que sí!" y le di el regalo. Estaba tan débil que apenas podía abrir el papel. Cuando vio lo que había dentro, sonrió y volvió a bajar la cabeza".

'"Me dicen que voy a morir. ¿Cómo puedo saber a dónde estoy yendo?" me dijo el pequeño. Así que le dije: "¿Me puedes hacer un gran favor? Cuando llegues allá, diles que eres el elfo preferido de Santa, y sé que te dejarán entrar".

Entonces el pequeño me preguntó, "¿lo harán?". Y el propio Santa le dijo: "¡Desde luego!'".

Entonces el pequeño se sentó y me dio un gran abrazo aunque quiso hacer una pregunta más: Santa, ¿me puedes ayudar?".

"Puse mis brazos alrededor de él y antes de que pudiera decir cualquier cosa, cerró los ojos y murió".

Cuando la familia del niño se dio cuenta de que había muerto, entró en la habitación y Schmitt-Matzen salió del hospital llorando hasta llegar a su casa.

"Estuve mal tres días. Estuve una semana de descanso hasta lograr dejar de pensar en todo lo que había vivido. De hecho, pensé que no podía volver a interpretar el papel de nuevo", afirmó Schmitt-Matzen.

Pero fue precisamente camino a su casa, cuando Schmitt-Matzen observó a un grupo de niños jugando. Fue entonces cuando comprendió todo y decidió seguir adelante.

"Aquellos niños me hicieron darme cuenta de lo que tengo que ser. Por ellos y por mí", afirmó el 'verdadero' Santa Claus. 

Una historia que ha inundado las redes sociales y que ha colmado de 'me gustas' su página en facebook.