Esto es lo que pasa cuando cualquier ciudadano puede llevar un arma

Christina Green tenía nueve años cuando las balas de un desconocido acabaron con los sueños de esta pequeña a la que sus padres llamaban "princesa". Es una de las seis víctimas mortales de la matanza de Tucson (Arizona).

Cada año las pistolas matan a unas 30.000 personas en Estados Unidos (lo que equivale a 85 personas al día), según las asociaciones Legal Community Against Violence y la Brady Campaign para Prevenir la Violencia de las Armas, con datos basados en cifras oficiales. 3.000 de estas víctimas son niños.

Los motivos de las muertes por arma de fuego pueden ser asesinatos u homicidios, como en el caso de la reciente matanza en Tucson; pero también pueden deberse a suicidios (la mitad del total) o accidentes, como cuando esta semana un alumno de un colegio en Los Ángeles hirió sin querer pero de gravedad a un compañero. Fue al dejar su cartera en el suelo de la clase. El arma que llevaba en ella comenzó a dispararse sola.

Eso sin contar las historias que acaban bien, como cuando un hombre secuestró a una junta escolar en Florida a punta de pistola exigiendo que readmitieran a su mujer en su puesto de trabajo. Al final todos salieron sanos y salvos. Pero es que solo un tercio de los padres guardan las armas de fuego en un lugar seguro–descargadas y bloqueadas- con la munición en un lugar separado, según el propio Departamento de Salud de EEUU.

En Estados Unidos, la Segunda Enmienda establece desde los inicios del país el derecho a llevar armas para garantizar la protección personal. El motivo residía en que en aquella época sus ciudadanos aún estaban en época de colonización y había numerosos ataques de bandidos, indios que defendían sus territorios, etc. Ahora ha cambiado el contexto social, pero la enmienda no ha sido revisada. El año pasado los demócratas lanzaron un debate sobre el derecho o no a llevar armas, pero quedó en la nada.

Estados Unidos es el país donde más civiles poseen un arma: el 89 por ciento, según datos de Naciones Unidas. Le siguen Yemen, con más de la mitad de sus ciudadanos como dueños de un arma, Suiza, donde el 46 por ciento de la población también tiene un arma.

Tras la matanza en Tucson (Arizona), el 49 por ciento de los estadounidenses siguen pensando que no hace falta un mayor control sobre la posesión de armas de fuego, según los últimos datos del Pew Research Center.

Han pasado casi doce años desde la masacre en el instituto de Columbine en la que murieron doce personas. Hace cuatro años desde que un estudiante universitario quitó la vida a 33 personas en la facultad de Virginia Tech. Estados Unidos no es el único país donde suceden estas desgracias, pero los años pasan y este lugar sigue teniendo el récord de muertos por arma de fuego en un país en paz.