El presidente de Bolivia, Evo Morales, trasladó a un terreno de juego la rivalidad que le enfrenta a sus ex aliados del partido del Movimiento Sin Miedo (MSM), con motivo de la entrega de césped sintético a un campo de fútbol en el centro de La Paz. Y eso que se trataba de un partido supuestamente amistoso.
Las relaciones entre el MSM y el Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales se rompieron en enero pasado, cuando el Gobierno inició una campaña para eliminar con demandas judiciales a gobernadores y alcaldes opositores en la que se incluyó al de La Paz, Luis Revilla, del MSM.
El tres de octubre, ambos bandos se encontraron en el terreno de juego en un encuentro que se presumía amistoso y festivo desde el inicio, pero que durante los 70 minutos que duró puso de manifiesto su rivalidad.
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