Francia deporta al primer grupo de gitanos a Rumania

  • Francia ha deportado un centenar de gitanos que ya se encuentran en Budapest. Son sólo los primeros vuelos que transportarána los alrededor de 700 gitanos que Francia espera devolver a Rumaníay Bulgaria en los próximos días. Mañana será deportado otra tanda de gitanos y el jueves 26 se producirá la deportación de una tercera.
EFE

Dos vuelos regulares desde Lyon y París condestino a Bucarest han transportado al primer centenar de gitanosdeportados de Francia en una controvertida operación que el Gobiernode Nicolas Sarkozy justifica argumentando que son europeos peroindocumentados. Los primeros deportados se encuentran ya en Bucarest.

Escoltados por la policía y cargados de maletas y paquetes, unossesenta gitanos embarcaron en un vuelo de la compañía rumana BlueAir que a primera hora de la tarde salió de Lyon, y otro grupo menosnumeroso lo hizo desde el parisino de Charles de Gaulle.

Autoridades del país Rumano cifraban en un centenar las expulsiones, pero al final sólo setenta han sido deportadas ya que muchas no se han presentado en el aeropuerto francés, comoe xigía el Gobierno de Sarkozy.

En cualquier caso, son solo los primeros vuelos que transportarána los alrededor de 700 gitanos que Francia espera devolver a Rumaníay Bulgaria en los próximos días, y son regulares porque, según elGobierno galo, no se trata de expulsiones sino de repatriaciones"voluntarias".

Mañana, viernes, saldrá una segunda tanda y el próximo jueves,día 26, la tercera sin que, de momento, se haya informado de dónde ya qué hora despegarán los "vuelos de la vergüenza", como ya los hanbautizado algunos representantes de la oposición.

"Los echamos y cerramos los ojos". Esto "no arregla ningúnproblema", denunció hoy el presidente del grupo de los Verdes en elParlamento Europeo (PE), Daniel Cohn-Bendit, quien alertó de que hayque pensar en las condiciones de vida de los gitanos en sus paísesde origen.

Sarkozy ignora las críticas internas y también las externas, quele están llegando de los países afectados, Rumanía y Bulgaria, perotambién de la Comisión Europea, que ya ha alertado de que vigilaráestas expulsiones para asegurarse de que Francia cumple las reglasde libre circulación.

Las autoridades galas se escudan en el hecho de que los gitanosdeportados, pese a ser ciudadanos europeos, se instalaron enterritorio francés de forma irregular.

Insisten además en que se van sin ser forzados, acogiéndose alllamado programa de ayudas al retorno, es decir, con un billete deavión y 300 euros por adulto y 100 euros por menor.

Y también en que no hay nada excepcional en estos vuelos. Dehecho, recuerdan que ya ha habido otros 25 en lo que va de año y queel año pasado fueron 44 los vuelos en los se expulsaron a unos10.000 romanís, los gitanos de Europa del Este.

Son cifras difundidas por las propias autoridades galas, quecalculan que en la actualidad hay alrededor de 15.000 miembros deesta minoría en Francia.

Rumanía y Bulgaria forman parte de la Unión Europea (UE) desdeenero de 2007 pero, como ocurre con cualquier nuevo estado miembro,algunos socios comunitarios les aplican periodos transitorios conrestricciones para los nacionales de estos países, fundamentalmenteen materia de trabajo.

En el caso de Francia el periodo de transición es hasta 2012aunque puede ampliarse dos años más.

Mientras esté vigente, rumanos y búlgaros pueden entrar sinningún requisito y estar tres meses sin tener que justificar suestancia, pero, a partir de ese periodo, se les puede expulsar si nodisponen de una tarjeta de residencia que solo se consigue con uncontrato de trabajo.

Sin embargo, no hay ninguna norma que les impida volver a Franciasi lo desean, y residir de forma legal durante otros tres mesesantes de que puedan volver a ser expulsados.

La mayoría de ellos reside en los campamentos de chabolas, enalgunos casos sin agua ni electricidad, que están siendodesmantelados por orden directa de Sarkozy.

Fue le pasado 28 de julio cuando el presidente dio instruccionesa su Gobierno para destruir la mitad de esos campamentos en el plazode tres meses.

En menos de un mes, ya son más de 50 los campamentos destruidos,los últimos hoy mismo, uno cerca de la ciudad de Lille, al norte deFrancia, y otro en el departamento de Isère, al sureste del país.

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