Google, el último frente de Europa contra las tecnológicas estadounidenses

    • Este martes la Unión Europea anunciaba un nuevo paso en su ofensiva contra Google, que sigue las disputas en los últimos años y que suma a los procesos contra otras tecnológicas.
    • Esta semana se anunciaron tres acciones diferentes, dos de la UE y una en Francia, las últimas iniciativas de la UE contra las tecnológicas de EEUU en una batalla en curso desde 1993.
Google
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Este miércoles, la UE lanzaba una 'declaración de objeción' contra Google. A Europa no le gusta cómo el todopoderoso buscador distorsiona sus búsquedas, argumenta, para favorecer sus intereses y mostrar sus resultados antes que los de sus competidores.

Así, argumenta que es irregular que cuando un consumidor busque el término 'reloj', salgan siempre antes los resultados de empresas que han pagado a Google frente a los de la competencia, como Amazon. Hacer esto podría costarle hasta 6 mil millones de dólares de multa y podría obligarle a cambiar su algoritmo de resultados para el continente europeo.

El miércoles no fue un buen día para el buscador norteamericano: la UE lanzaba ese mismo día otro golpe, esta vez dirigido a Android, el sistema operativo de Google, argumentando que no es justo que se instalen automáticamente aplicaciones como Youtube en sus sistemas (Google es dueña de Youtube).

Europa inició una 'investigación formal' sobre esta cuestión. Además, el Financial Times anunciaba también el miércoles que Francia está estudiando medidas para obligar al buscador a publicar su algoritmo de resultados: es decir, la 'fórmula secreta' que usa el buscador para mostrar sus páginas.

Toda esta ofensiva no es nueva. Ni contra Google ni contra las empresas tecnológicas en general: la disputa sobre competencia y sobre privacidad han puesto a la UE en guerra contra las empresas americanas de Silicon Valley y otras tecnológicas. La propia Google ha tenido que hacer frente a ataques sobre sus operaciones fiscales, de privacidad, derecho al olvido o sobre abuso de posición en el mercado. Apple ha sido investigada por su 'elusión' de impuestos a través de países como Irlanda. Amazon también se ha visto bajo escrutinio europeo, al igual que Facebook, que a comienzos de mes vio iniciativas de varias naciones europeas sobre sus condiciones de privacidad.

El enfrentamiento lleva abierto décadas: el caso entre la UE y Microsoft por abuso de su hegemonía en el mercado, que comenzó en 1993 y terminó en 2007, es el inicio de una larga batalla de la Comisión Europea contra lo que considera acciones injustas y el abuso de su posición por parte de Google. Una aproximación, la de enfrentarse a los más grandes, que busca dar un golpe sobre la mesa: la Comisión Europea y, en concreto, sus comisarios de Competencia, no se andan con chiquitas a la hora de hacer frente a las multinacionales, lanzando un mensaje a todo el planeta.EEUU y Europa: dos aproximaciones diferentes

La tecnología, ¿una batalla cultural? Las diferencias entre la aproximación de Europa frente a Google a cómo ha manejado EEUU el caso muestran dos actitudes completamente diferentes. Mientras que la UE podría multar a Google con miles de millones de euros por manejar sus resultados para favorecerse, la investigación que realizó sobre la misma cuestión la Comisión Federal de Comercio de EEUU se saldó con cero consecuencias: una mera advertencia.

La ofensiva de Europa contra empresas tecnológicas, como Google o Apple, varía enormemente de cómo ha afrontado EEUU los mismos casos y supuestos. Así, pone en evidencia que, aunque Internet es global, la forma en la que se tratan cuestiones como la privacidad o competencia se observan de forma diferente en distintos continentes.

Algo que refleja este último caso, el de la manipulación de resultados, pero que ha estado allí desde el principio: en el caso de Microsoft, mencionado antes. El caso en cuestión tenía que ver con la instalación automática de productos como Internet Explorer o Windows Media Player en los sistemas operativos de Windows, algo que dañaba a reproductores o exploradores diferentes.

Lo que refleja: Europa es más estricta, y está más preocupada con que empresas, sean las que sean, ocupen y ejerzan demasiado control en sus mercados. Mientras que la UE obligó a Microsoft a ofrecer una versión de su producto sin el reproductor Windows Media Player y una multa de 613 millones de dólares, EEUU simplemente obligó a Microsoft a compartir sus datos API con otras compañías.

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