Berlín, 28 feb.- El excanciller alemán Helmut Kohl llamó hoy a la disciplina a las filas de la jefa del Gobierno federal, Angela Merkel, tras los disensos aparecidos durante la votación del segundo rescate de Grecia en el Parlamento (Bundestag).
"La situación actual en Europa y la crisis de Grecia no deben hacernos perder de vista la unidad de Europa o que nos planteemos dar marcha atrás", escribe Kohl, en un artículo para el diario "Bild", afín a la Unión Cristianodemócrata (CDU) que él lideró durante 25 años.
Los "malos fantasmas del pasado no quedaron atrás", prosigue Kohl, quien advierte que la situación actual de paz del continente puede "invertirse", por lo que es preciso "apostar por Europa".
El artículo del excanciller, que gobernó Alemania entre 1982 y 1998 y presidió la CDU de 1973 a 1998, sucede a la votación ayer en el Bundestag, en que el segundo rescate griego obtuvo una amplia mayoría -496 diputados a favor, 90 en contra y cinco abstenciones-, aunque a las filas de la canciller se le escaparon 17 votos.
Ello implica que la propuesta, defendida previamente por Merkel ante el pleno, no obtuvo el respaldo de la denominada "mayoría del canciller" -establecida en 311 de los 620 diputados de la actual legislatura-, ya que sólo votaron afirmativamente 304 de sus diputados.
La cuestión tuvo efectos simbólicos, en lo que respecta a la aportación alemana al rescate griego, puesto que sí contó con el respaldo sobrado de los opositores socialdemócratas y verdes.
Sí supone, en cambio, un revés para la canciller, quien en votaciones anteriores relacionadas con la crisis griega había logrado minimizar las voces disidentes y obtenido la mayoría propia.
La aparición ayer, en votación nominal, de 17 votos disidentes fue relativizada desde las filas de la coalición -integrada por la CDU, su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y el Partido Liberal (FDP)-, mientras que desde la oposición se habla de "principio del fin" de Merkel.
La secretaria general del Partido Socialdemócrata (SPD), Andrea Nahles, y el líder de Los Verdes, Cem Özdemir, coincidieron en valorar que la canciller no lleva ya las riendas de sus filas.
El jefe del grupo parlamentario de la CDU/CSU, Volker Kauder, quitó importancia a la cuestión y dijo que se había obtenido una "mayoría más que suficiente" y que la coalición es "plenamente efectiva".
El ministro de Asuntos Exteriores, el liberal Guido Westerwelle, afirmó que el hecho de que la propuesta fuera respaldada por 496 de los 591 diputados presentes es "una señal de estabilidad" y afirmó que cualquier otra lectura son "meros deseos de la oposición".
El presidente del Bundestag, Norbert Lammert, de la CDU, calificó el asunto de "discusión fantasma" y recordó que la llamada mayoría del canciller es algo que "en muy contadas ocasiones" es relevante.
Entre los 17 diputados que no dieron el sí a las medidas de rescate había parlamentarios de las tres fuerzas de la coalición, con especial presencia de la CSU y el FDP.
La sesión parlamentaria estuvo precedida por el revuelo desatado por unas declaraciones del ministro de Interior, Hans-Peter Friedrich, recomendando a Grecia regresar al dracma porque con ello tendría mejores posibilidades de regenerarse.
La propia canciller se distanció, a través de un portavoz, de esa declaración de Friedrich, de la CSU y primer ministro de su gobierno que se desmarca de la línea de Merkel respecto a Grecia.
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