Inédito pacto sobre víctimas de conflicto marca giro hacia paz en Colombia

  • La guerrilla de las FARC y el gobierno de Colombia dieron el martes un paso definitivo hacia la firma de la paz que negocian en Cuba, al comprometerse a reparar a las víctimas del conflicto y castigar a los culpables de delitos atroces.

Inmersos desde hace tres años en un proceso de diálogo para terminar con medio siglo de enfrentamiento armado, los rebeldes y el gobierno anunciaron un inédito pacto a favor de las víctimas, considerado el punto medular de los diálogos que llevan a cabo en La Habana.

"En cumplimiento de nuestro compromiso de poner a las víctimas en el centro del acuerdo (...), el gobierno nacional y las FARC acordamos crear el sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición" de violencia, según una declaración conjunta leída en La Habana.

El acuerdo fue suscrito por Iván Márquez y Humberto de La Calle, jefes de los equipos negociadores de las FARC y el gobierno, respectivamente, en presencia de representantes de Cuba y Noruega, garantes del proceso, y de las víctimas, que viajaron a La Habana para respaldar el histórico pacto.

"No es retórica decir que el anuncio del acuerdo sobre el reconocimiento de los derechos de las víctimas pronostica el posible fin del conflicto y el advenimiento de una paz firme", celebró De La Calle.

El acuerdo, que corona año y medio de discusiones, establece un sistema jurídico especial para castigar a los responsables de ambos bandos de delitos de lesa humanidad, quienes podrán evitar ir a una cárcel común si admiten su culpa, aportan a la verdad y reparan a sus víctimas.

"No habrá prisión en estos casos, en su lugar, habrá una restricción efectiva de libertad", explicó a la prensa el delegado oficial, aludiendo a penas alternativas de reclusión.

"Es un sistema que se aplica a todos. No es una puerta a la impunidad", enfatizó.

El conflicto colombiano, que inició como una sublevación campesina reprimida a sangre y fuego, es uno de los más prolongados del mundo y deja unos 220.000 muertos y seis millones de desplazados.

"Este es el primer acuerdo de paz alcanzado en Colombia que no se ha cerrado con una amnistía general para todos (...), sino con la creación de una jurisdicción especial (...) con competencias para conocer sobre todas las violaciones de derechos humanos y sobre todos los responsables de estas", destacó Márquez.

El convenio anunciado este martes prevé, además, penas de hasta 20 años de cárcel para quienes no reconozcan su responsabilidad y contribuyan a establecer la verdad.

El pacto sobre víctimas era considerado por el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como es la más complicado de la negociación, por lo que su firma encamina los diálogos hacia un desenlace satisfactorio.

Hasta el momento las partes han concretado cuatro de los seis puntos que pactaron para acabar con el conflicto.

Antes ya habían convenido fórmulas para atender los problemas agrario -origen del enfrentamiento-, y el del cultivo y tráfico de drogas ilegales, además de garantizar la participación en política de las FARC una vez depongan las armas.

Restan por definir el fin del enfrentamiento -que incluye el desarme de la guerrilla- y la implementación y refrendación de los pactos de La Habana.

"¡Nunca antes estuvimos tan cerca de un acuerdo definitivo!", proclamó el presidente colombiano Juan Manuel Santos en Twitter.

Durante el acto de este jueves, los representantes de las víctimas anunciaron que vigilarán "el estricto cumplimiento" de los compromisos, según Jineth Bedoya, una periodista secuestrada y violada por paramilitares en 2000, quien entregó su testimonio ante los negociadores en La Habana a fines de 2014.

"Nuestro respaldo al proceso de paz no significa que renunciemos a la justicia, a la reparación y sobre todo a la verdad", dijo Bedoya.

Las FARC y el gobierno se comprometieron a firmar la paz de forma definitiva antes del 23 de marzo de 2016, tras un histórico apretón de manos en Cuba entre el presidente Santos y el comandante máximo de la guerrilla, Timoleón Jiménez, el 23 de septiembre.

Ese día ambos anunciaron el pacto de justicia para las víctimas del conflicto, pero después surgieron diferencias sobre el alcance del convenio que en teoría quedaron superadas con la declaración de este martes.

"Ahora tenemos al frente el desafío de convenir las normas para el cese del fuego y hostilidades bilateral y definitivo, la dejación de armas, es decir, el fin del conflicto", indicó de La Calle.

Desde Bogotá, la ONU saludó en un comunicado el anuncio sobre víctimas y confió en que marque "el comienzo del último capítulo hacia el fin definitivo del conflicto".

vel/hov

Mostrar comentarios