Internet es la única vía de escape para los periodistas rusos frente a la censura de Moscú

  • Los medios de comunicación en Rusia están notablemente controlados por el Gobierno de Medvédev y Putin, pero internet de momento se está librando.
Medvédev regaña en Twitter a los diputados por no asistir a las sesiones
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Miriam Elder, Moscú (Rusia) | GlobalPost

Marina Litvinovich recuerda el día de 2001 en el que se sentó junto a Vladimir Putin, por entonces presidente de Rusia (ahora primer ministro), y le enseñó a usar internet. "Le enseñé a usar los motores de búsqueda, a leer la prensa", asegura desde detrás de un ordenador portátil en su improvisada oficina en un café de Moscú. "Le dije que es como una enorme base de datos; me imaginé que así lo entendería".

Putin, un ex espía, se convertiría posteriormente en el político más poderoso de Rusia. Litvinovich, que ahora tiene 36 años, ha dejado su puesto en la Fundación de Políticas Efectivas, un organismo vinculado al Kremlin, y se ha pasado a la oposición, convirtiéndose de paso en una de las blogueras más influyentes del país. Se encarga de dirigir www.besttoday.ru, supervisando un equipo de tres personas que constantemente navegan por la blogosfera rusa en busca de los temas políticos más populares y polémicos del día.

"Intentamos reunir cosas que no se encuentran en la prensa", explica Litvinovich. "Queremos destacar los temas importantes y contribuir a que se conviertan en algo de lo que habla la gente".

En un país dominado por la televisión del Estado y medios impresos a menudo complacientes con el Gobierno, internet se ha convertido en una fuente de información esencial, libre todavía del control oficial (Litvinovich dice que Putin no se enganchó a internet). Los blogs incluso han empezado a influir en la agenda política.

Pero muchos comienzan a preguntarse cuánto tiempo durará esta situación.El uso de internet en Rusia se ha disparado en la última década. Mientras que e 2006 tan solo el 6 por ciento de los rusos usaban regularmente la red, en la actualidad lo hacen el 43 por ciento, según la firma independiente de encuestas Public Opinion Foundation.

Un estudio difundido el mes pasado por la empresa Comscore indica que los rusos son los usuarios de redes sociales más activos del mundo, invirtiendo una media de 9,8 horas al mes en este tipo de producto, más del doble de la media global. Uno de sus sitios favoritos es LiveJournal, la plataforma de blogs más popular en Rusia.

"Internet es como un dios hoy en día", explica Zoya Svetova, una periodista que trabaja para el New Times, la principal revista crítica con el Gobierno del país (y la única desde el cierre por motivos económicos en octubre de la versión rusa de Newsweek). "Es una zona libre donde la gente puede decir lo que quiera".

"En la época soviética teníamos los samizdat", explica Svetova refiriéndose a la forma de autoproducir y distribuir textos de la disidencia. "Ahora internet es como los samizdat, pero con una rotativa enorme".

Una de las principales razones por las que la comunidad periodística rusa se unió tan rápidamente y con tanta fuerza tras la brutal paliza de Oleg Kashin a principios de mes fue por su activa presencia online, aseguran sus amigos. "Todo el mundo en la comunidad entre 20 y 35 años le conoce", indica Tikhon Dzyadko, periodista de la destacada emisora de radio Ekho Moskvy y representante en Rusia de Reporteros sin Fronteras. "Cuando le apalearon, todo el mundo pensó 'esto me puede pasar a mí también'".

El blog de Kashin y su perfil en Twitter suelen ser a menudo más irónicos y mordaces que sus reportajes. Sus amigos destacan que fue una figura clave en la difusión del rumor que circuló el mes pasado por la blogosfera rusa, que afirmaba que la ex mujer de Putin, Lyudmila, está encerrada en un monasterio en la ciudad de Pskov, al norte del país.

"Puede ser totalmente falso (o verdadero)", escribió Kashin. "Estoy escribiendo este post para contar la información sobre bodas y divorcios de altos funcionarios, políticos famosos y otros. Esta es información importante para la sociedad, y cualquier obstáculo para su difusión es igual que la censura oculta que se acepta en otras formas de relación entre los líderes y la prensa".

Este tema creció y se convirtió en el segundo más popular en la historia de besttoday.ru (el debate más popular es el del supuesto hijo de Putin con la gimnasta olímpica Alina Kabayeva). Ambos temas, sean verdaderos o falsos, son asuntos totalmente prohibidos en la prensa generalista. Un tabloide propiedad del oligarca Alexander Lebedev fue clausurado hace dos años tras informar sobre la supuesta aventura amorosa de Putin.

"Internet es el lugar más libre para hablar", reconoce Dzyadko.Los medios digitales están empezando a dejar huella. Cierta cantidad de temas surgidos en la red (el de mayor perfil es uno que denunciaba accidentes de coches en los que están implicados altos funcionarios) ya han recibido atención de los medios tradicionales. Recientemente, el jefe de la Cámara de Auditorías tuvo que dar explicaciones por un robo multimillonario en el monopolio de gasoductos Transneft que ha destapado un conocido bloguero.

Si internet es el medio más libre, televisión es el menos libre. "Sabemos que hay una lista negra de gente y temas prohibidos", asegura Dzyadko. Los tres canales rusos están controlados por el estado y muy vinculados a Vladislav Surkov, el ideólogo jefe del Kremlin. Las imágenes del presidente Dimitri Medvédev reunido y de Putin visitando granjas con el principal argumento de la agenda televisiva.

Y después está TV Dozhd (TV Lluvia), un nuevo canal nacido en internet y que está emitiendo desde abril a través de su página web y un acuerdo con YouTube. Casi el 60 por ciento de su programación son presentaciones en directo de noticias y programas de debate, un formato eliminado hace tiempo de la televisión federal. Los temas que no se tratan en profundidad en la televisión gubernamental (las protestas de la oposición, el juicio al magnate del petróleo Mijaíl Jodorkovski, la libertad de prensa, los asesinatos políticos) son temas frecuentes de debate en el canal online.

Pero no aceptan que se le denomine un canal de oposición al Gobierno."No somos la oposición", insiste Svetlana Dolya, que trabaja en el canal desde su inicio. "Somos simplemente el único canal de Rusia que habla sobre lo que está ocurriendo a nuestro alrededor". "Intentamos mostrar diferentes puntos de vista. No ofrecemos un único punto de vista, como hacen otras televisiones", añade.

Con 168 empleados jóvenes y enérgicos, el canal es pequeño pero ambicioso (sus páginas web reciben unos 100.000 visitantes únicos a la semana, según Dolya). Sus tres eslóganes se refieren a la sovietización de la televisión rusa y su decreciente popularidad: "La tele no es nuestra profesión"; "Dale otra oportunidad a la tele" y "Que no te asuste encender la tele".

Este nuevo proyecto ha generado excitación entre cierta parte de la sociedad rusa, particularmente entre quienes no están de acuerdo con los actuales líderes pero que no necesariamente apoyan los llamamientos de la oposición a mostrar su descontento en la calle.La pregunta es cuánto tiempo durará la aventura.

TV Dozhd ya tuvo problemas con la compañía de servicios de cable Akkado, que cortó el acceso a sus emisiones. Poco después el canal cerró un acuerdo con el proveedor de cable NTV Plus."Me preocupa, pero no estoy asustado", asegura Mijaíl Zygar, el principal responsable del canal y una figura televisiva, cuando se le pregunta si está asustado sobre el futuro de la emisora. "Hubo señales de una verdadera amenaza, pero ahora parece que vamos en la senda de la liberalización", afirma. "La tendencia general es que las tuercas se están aflojando, no apretando".

Muchos en ese mismo canal y en la blogosfera rusa destacan el interés de Medvedev por internet (el presidente tiene un blog y dos cuentas en Twitter, una en ruso y otra en inglés) y aseguran que es una señal de que seguirá siendo un medio libre.

"Algunos piensan que los líderes no han entendido el valor de internet y que esa es la razón por la que Rusia no se ha puesto detrás de un gran cortafuegos, como China", plantea Dzyadko . Pero ni él ni Litvinovich ni la gente en Dozhd creen que eso vaya a ocurrir jamás, en parte porque no tiene por qué ser así.

Ya hay blogueros y articulistas en la cárcel por violar las leyes sobre el extremismo en Rusia, un marco legal muy amplio que también se ha utilizado para debilitar a la oposición."Ahora tenemos e 'Departamento E', que algunos ya llaman la Gestapo", dice Litvinovich. "Crecieron aprendiendo a lidiar con auténticos grupos criminales, y ahora se encargan de ir a por gente que simplemente dice lo que piensa".

La cuestión, especialmente en el caso de TV Dozhd, es hasta qué punto pueden ser completas sus coberturas informativas. La costumbre arraigada entre los burócratas rusos es no hablar a los medios a no ser que estén seguros de que van a ser tratados favorablemente.

Una reciente tarde le lunes, la directora creativa Vera Krichevskaya estaba sentada en su oficina revisando material de un reportaje sobre el polémico caso de Sergei Magnitsky, un abogado del inversor extranjero Hermitage Capital que murió el año pasado en una cárcel federal. El plan era emitir un pequeño documental realizado por Hermitage y después celebrar un debate sobre el tema.

Entonces recibió una llamada de una amiga y le preguntó qué opinaba sobre el programa. "¿Qué opinas de los riesgos?", le dijo. "Necesitamos otro punto de vista, pero nadie se va a atrever a venir".

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