"Se han publicado informaciones en la prensa según las cuales representantes del sindicato Kommunal prometieron y luego proporcionaron un contrato de alquiler a la ministra Margot Wallström para una vivienda en Estocolmo, perteneciente a este sindicato", indica la fiscalía en un comunicado.
Aludiendo a las sospechas que rodean el caso, la fiscalía "decidió abrir una investigación por corrupción".
El escándalo estalló cuando el diario Aftonbladet reveló que el sindicato de la función pública Kommunal permitió a la ministra alojarse en la capital con un alquiler de los que están limitados por ley, sin esperar numerosos años como ocurre con el resto de inquilinos.
Wallström, de 61 años, es la personalidad más controvertida del gobierno de izquierdas sueco. Es partidaria de una "diplomacia feminista" y tiene posiciones muy claras en favor de los derechos humanos, lo que le vale la enemistad de países como Arabia Saudí o Israel.
"Saludo la apertura de una investigación. No tengo nada que esconder, y es positivo que todo se aclare" escribió la ministra a la agencia de prensa TT.
Wallström se defiende en este caso alegando que el sindicato le "mintió" sobre la gestión de los apartamentos que son de su propiedad. Ahora la ministra piensa mudarse de la vivienda lo más pronto posible.
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