Kabul, en duelo el día de la Ashura por atentado contra mezquitas chiitas

Conmocionada por la muerte de 17 fieles en sendos ataques contra dos mezquitas de Kabul, reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI), la comunidad chiita acusó este miércoles al gobierno afgano de no garantizar la seguridad durante la Ashura, principal conmemoración de esta rama del islam.

"El Estado Islámico en la provincia de Jorosán reivindica el ataque contra los peregrinos chiitas" en Kabul, declaró el grupo en un comunicado publicado en la red Telegram.

Al menos "17 civiles murieron, entre ellos tres mujeres y dos niños, y 54 resultaron heridos, entre ellos 26 mujeres" en los atentados del martes contra las mezquitas Karte Saji y Karte Karte de Kabul, según un balance difundido al mediodía del miércoles por el ministerio del Interior.

Por su parte, la misión d ela ONU en Afganistán (Manua) dio cuenta de "18 muertos y más de 50 heridos" en "un atentado".

"Todo el mundo gritaba de terror, algunos hombres lograron huir pero no vi a ninguna mujer que pudiera salir", dice Sayed Solaima, que perdió a su padre en el ataque.

El ataque contra la mezquita de Karte Saji fue perpetrado por un atacante solitario que lanzó dos granadas y luego disparó a mansalva contra el gentío.

Luego se registró un segundo ataque contra otra mezquita chiita situada en el mismo barrio, indicó el portavoz del ministerio del Interior Sediq Sediqqi.

"Dos terroristas perpetraron dos ataques separados contra dos mezquitas, la primera en Karte Saji y la segunda en Karte Char", afirmó el miércoles Sediqqi.

"Los dos atacantes fueron abatidos por las fuerzas especiales", agregó el portavoz.

Los ataques ocurrieron en la víspera de la conmemoración este miércoles de la Ashura, principal fecha religiosa del chiismo.

Antes de la reivindicación por el Estado Islámico (EI), los insurgentes talibanes (mayoritariamente sunitas) se habían declarado ajenos a los atentados.

"Estamos profundamente afectados por este ataque contra civiles", afirmó en Twitter el portavoz de los talibanes Zabihullah Mujahid, que no menciona el segundo ataque.

La comunidad chiita conmemora en todo el mundo este miércoles la muerte del imán Husein, nieto del profeta Mahoma, asesinado en el año 680, episodio fundador del chiismo.

Para los chiitas afganos de la minoría hazara, esta conmemoración llevaba doblemente este miércoles el velo negro del duelo.

Los familiares de los heridos permanecían en el hospital, como el padre de una niña de seis años, en estado de coma con la cabeza vendada.

En otra sala una madre y su hija, ambas heridas, reposaban abrazadas en la misma cama.

"El atacante disparaba contra todos. Me hirió en la pierna. Por suerte mi hijo se escapó corriendo. Muchos niños fueron heridos", cuenta Saleha.

"Pero claro, las familias del presidente y de los ricos viven en el extranjero. A quienes matan todos los días es a la pobre gente", dice.

En la mezquita de Karte Saji, los hombres lamentan que no haya habido medidas de seguridad a pesar de las amenazas que todos conocían.

"Después del ataque vimos llegar a las fuerzas de seguridad superequipadas. Si hubieran estado aquí antes se habría salvado muchas vidas", protesta Hamidullah, de unos 50 años, furioso con el gobierno.

"Ustedes dejan masacrar a los hombres, mujeres y niños y después quieren que la gente los apoye", agrega dirigiéndose a los gobernantes.

"¡Esta nación está dormida! Es hora de que las comunidades se unan para derrocar a este gobierno", dice por su parte Aminulá.

La misma polémica se registró tras el atentado contra la minoría hazara del 23 de julio pasado en Kabul.

Ese día dos kamikazes atacaron una manifestación pacífica causando 84 muertos y más de 130 heridos. El ataque fue reivindicado por el Estado Islámico (EI), que firmaba de esa forma su primer gran atentado en la capital afgana.

La conmemoración de la Ashura también quedó ensangrentada en diciembre de 2012. Un atentado contra la mezquita chiita de Murad Jani dejó 80 muertos y 160 heridos.

El martes por la noche, el presidente afgano Ashraf Ghani condenó el atentado contra Karte Saji, denunciando un "crimen de lesa humanidad".

"El gobierno tomará todas las medidas en su poder para garantizar la seguridad durante la celebración de la Ashura" el miércoles, agregó el comunicado presidencial.

La minoría hazara, tres millones de personas que hablan persa, ha sido perseguida durante décadas y miles de sus integrantes fueron asesinados a fines de los años noventa por Al Qaida y los talibanes, en su mayoría pastunes sunitas.

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