Kabul deberá cumplir condiciones "mínimas" de seguridad, desarrollo y gobierno para iniciar transición

  • Karzai anunciará los primeros territorios que serán transferidos a las fuerzas afganas el 21 de marzo KABUL, 4 (De la enviada especial de Europa Press, Ana Pisonero) El Gobierno afgano deberá cumplir condiciones "mínimas" de seguridad, desarrollo y gobierno para iniciar la transición y comenzar a traspasar la responsabilidad de algunas provincias y distritos a los propios afganos. El presidente Hamid Karzai ya ha adelantado que anunciará los primeros territorios que serán transferidos el próximo 21 de marzo.

Karzai anunciará los primeros territorios que serán transferidos a las fuerzas afganas el 21 de marzo

KABUL, 4 (De la enviada especial de Europa Press, Ana Pisonero)

El Gobierno afgano deberá cumplir condiciones "mínimas" de seguridad, desarrollo y gobierno para iniciar la transición y comenzar a traspasar la responsabilidad de algunas provincias y distritos a los propios afganos. El presidente Hamid Karzai ya ha adelantado que anunciará los primeros territorios que serán transferidos el próximo 21 de marzo.

"La transición comenzará cuando se empiece a estar en condiciones de cumplir niveles mínimos suficientes de seguridad, gobierno y desarrollo", han explicado fuentes diplomáticas. "La transferencia de la responsabilidad de seguridad, gobierno y desarrollo constituye un esfuerzo global para garantizar la irreversibilidad de la transición", han precisado.

El Gobierno afgano y la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF) están colaborando en la elaboración de "planes de acción" para las distintas provincias y distritos con "indicadores" que deben cumplir en términos de seguridad, gobierno y desarrollo "mínimos" para que se inicie la transición formal en algunos territorios.

Karzai anunciará los primeros territorios en los que las fuerzas afganas asumirán el control principal el próximo 21 de marzo, teniendo en cuenta las "recomendaciones" fruto de las evaluaciones conjuntas que, si bien no tiene que seguir, se espera que lo haga.

Se espera que los ministros de Defensa de la OTAN den luz verde a "la transición operativa" cuando se reúnan los próximos días 10 y 11 de marzo en Bruselas de manera informal para pasar a la cuarta fase del plan operativo del proceso de transición aprobado en la Conferencia de Kabul el año pasado y que debe completarse a finales de 2014, cuando sólo quedará un número de tropas internacionales residual para garantizar "un apoyo mínimo" en caso necesario.

Distintas fuentes consultadas advierten del peligro de anunciar antes de tiempo los distritos y provincias que tienen 'más papeletas' para ser transferidas a los afganos en un primer momento porque puede provocar un recrudecimiento de la insurgencia en dichos territorios e insisten en que aunque hay diversas "especulaciones" al respecto, será Karzai el que tome la decisión en última instancia. "La transición no es un momento en el tiempo dado, es un proceso. ¿Qué ocurrirá el 22 de marzo? Probablemente nada", aseguran fuentes diplomáticas consultadas.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, confirmó el pasado 22 de febrero que España prevé transferir la responsabilidad a las autoridades locales en la provincia afgana de Badghis en 2012, después de que este año pueda hacerse en la de Herat, aunque ha advertido de que esto no significa "automáticamente" que las tropas españolas "volverán a casa" el próximo año. Ambas provincias se encuentran en el oeste del país, más tranquilo que el sur o el este.

En cualquier caso, diversas fuentes aliadas y diplomáticas consultadas en Kabul han reconocido que la transferencia de responsabilidades 'de facto' a las autoridades y fuerzas de seguridad afganas ya ha comenzado en localidades como Nawa o Marjah, en la provincia sureña de Helmand, uno de los bastiones de la insurgencia talibán, donde justo hace un año se lanzó una operación a gran escala con 15.000 soldados estadounidenses, británicos y afganos, bautizada como la operación Moshtarak.ESTRATEGIA 'ANACONDA'

El comandante de ISAF, general David Petraeus, trabaja desde hace más de un año en una nueva estrategia global para asfixiar a la insurgencia, conocida como 'Anaconda', que incluye aspectos igualmente importantes que van desde la reintegración y reconciliación, las operaciones contra la insurgencia con fuerzas especiales, convencionales y fuerzas locales hasta programas básicos para impulsar el desarrollo económico y el trabajo, garantizar los servicios básicos como la educación y consolidar el estado de derecho.

La estrategia tiene en cuenta igualmente la importancia de la implicación del Gobierno paquistaní para minar los grupos insurgentes refugiados en su territorio, gracias una frontera porosa, en la que no obstante se han lanzado de manera conjunta tres operaciones a gran escala en los últimos tres años contra la insurgencia a ambos lados de la frontera.

Tanto fuentes de ISAF como del propio Ejército afgano subrayan la importancia de que haya "un marco de estabilidad regional" en este sentido porque aunque no tenga un efecto directo, sí puede "cambiar el curso de la transición".UNIDAD DEL EJÉRCITO AFGANO

El general de brigada afgano Aminullah Patyani, comandante del mayor centro de entrenamiento en Kabul del Ejército Nacional afgano de los seis que hay en todo el país, confía en "las capacidades" de los soldados que están entrenando en colaboración con las fuerzas internacionales y contratistas estadounidenses. Cada tres semanas se gradúa un batallón afgano de unos 1.600 efectivos entre soldados, entrenadores y oficiales, de todas las etnias.

"Aquí no rechazamos a nadie. Uzbecos, hazaras, tayikos, pashtunes... Vienen de todas las partes del país para entrenar", insiste. "La etnia es un arma peligrosa. Soy afgano. Todos pertenecemos a Afganistán. Si los talibán deponen sus armas, trabajaremos con ellos. Al final necesitamos la paz. La guerra fue estúpida", ha recalcado. Patyani, que lleva 32 años de servicio en el cuerpo, trabajó con el antiguo régimen comunista del presidente Nayibullah y se exilió en Dubai tras la llegada del régimen talibán en 1996.

El general de brigada afgano confía en la capacidad de los afganos para garantizar la seguridad de su propio territorio a partir de 2014, porque se están entrenando "en los estándares de la OTAN", pero ha insistido en que para garantizar "una transición tranquila" necesitarán apoyo de las fuerzas internacionales para obtener "nuevos sistemas" de armamento. "Necesitamos más ayuda para obtener armamento nuevo", ha insistido.

"Ves como mejoran de manera continuada. Si no estas aquí de forma permanente no puedes verlo. Constatas el orgullo que tienen y las capacidades que adquieren para poder ponerse en primera línea", asegura por su parte Fred Whitehead, militar retirado estadounidense que trabaja como instructor en el centro para la firma de seguridad DynCorp.TEMOR DE LA POBLACIÓN

Varios afganos de la capital reconocen en privado su temor ante el futuro, especialmente los que trabajan con empresas o las fuerzas internacionales.

"Todos los afganos están preocupados por su futuro. Cuando las tropas estadounidenses y de la OTAN se marchen nuestro Gobierno en Afganistán puede debilitarse y los talibán pueden regresar. Estoy muy preocupado por el futuro porque nos consideran infieles", admite un traductor afgano, mitad pashtún mitad tayiko de 23 años, casado y con tres hijos, que se considera "un liberal demócrata". "Sólo un 10 por ciento de la población quiere la vuelta de los talibán. Son fundamentalistas y gente débil. A nuestro pueblo no le gustan los talibán", insiste.

Mientras, el coronel de brigada afgano Buhaol Hag, responsable de formar a los propios instructores afganos en este mismo centro, insiste en que "su preocupación para el futuro" es el apoyo de Pakistán a los grupos insurgentes que cruzan la frontera. "Les están apoyando desde fuera. Podemos mantener la seguridad en nuestro país, pero si continúan apoyándoles, podemos tener problemas en el futuro", concluye.

"Occidente abandonó esta región. Esta fue la principal razón de la emergencia de los talibán. Esta una lección aprendida", ha asegurado por su parte el portavoz de ISAF, el alemán Josef Blotz, que ha insistido en que el partenariado a largo plazo suscrito entre la OTAN y el Gobierno afgano en la Cumbre de Lisboa "no es papel mojado".

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