Kazajstán prepara elecciones anticipadas por sorpresa

  • Nursultán Nazarbaev, el presidente de Kazajstán, ha convocado elecciones urgentes. Se deberán celebrar en menos de dos meses. Algunos analistas creen que la decisión obedece a una respuesta a las revueltas de Túnez y Egipto para evitar demandas pro democracia. Otros piensan que se trata de una jugada política de las élites que contemplan la posibilidad de una sucesión del poder.
Nursultán Nazarbaev, presidente de Kazajistán, ha llamado a elecciones anticipadas
Nursultán Nazarbaev, presidente de Kazajistán, ha llamado a elecciones anticipadas
Sean Gallup / Getty Images)
David L. Stern, Kazajstán | Global Post

Los observadores no se ponen de acuerdo sobre los motivos que han llevado a Nursultan Nazarbayev a convocar elecciones presidenciales anticipadas en menos de dos meses.

 

La decisión del presidente, explican, podría ser una reacción a los acontecimientos de Oriente Medio, un intento de fortalecer su control del poder o justo lo contrario –una señal de preocupación por los posibles retos a los que se enfrenta la élite política del país.

A principios de febrero, Nazarbayev propuso el 3 de abril como fecha de las próximas elecciones presidenciales, pillando a muchos –incluyendo a la anémica oposición- con la guardia baja. El 11 de febrero, como se esperaba, el partido Nur Otan lo anunció como candidato.

Esto no es más que una formalidad. Nazarbayev tiene prácticamente asegurados otros cinco años en el poder.

Ha dominado a este estado ex soviético de Asia Central desde que se convirtió en el primer secretario del partido comunista kazajo en 1989 y después en presidente de una Kazajstán independiente en 1991.

Su influencia (y sobre todo su control) se sienten en todas las arterias del gobierno. Nur Otan ocupa cada uno de los escaños del Parlamento y Nazarbayev, como "Líder de la nación" no tiene ninguna limitación al número de mandatos que puede ocupar.

El país nunca ha celebrado unas elecciones que hayan sido consideradas como libres y justas por los observadores occidentales.

Al mismo tiempo, está considerado como sumamente popular entre los aproximadamente 16 millones de habitantes de Kazajstán y probablemente ganaría de forma clara unas elecciones legítimas si alguna vez se celebraran.

A Nazarbayev se le atribuye haber salvaguardado al país de los trastornos políticos y económicos que han destrozado otros estados post-soviéticos.

Las ingentes reservas de petróleo de Kazajstán también han contribuido al aumento gradual del nivel de vida y al crecimiento de una incipiente clase media –aunque una gran parte de la riqueza sigue en manos de unos pocos pertenecientes a las clases dirigentes-.

Todo esto lleva a plantearse una pregunta: ¿Por qué necesita convocar elecciones justo ahora, dos años antes de que finalice su mandato?

En diciembre, un grupo de afines a Nazarbayev sorprendieron inesperadamente con una novedosa propuesta: ampliar el mandato del presidente hasta 2020, acabando por tanto con los próximos dos ciclos de elecciones.

El grupo (casi de la noche a la mañana) recogió cerca de cinco millones de firmas –el 55% del electorado- para que se pudiera someter la propuesta a votación-.

Nazarbayev dijo que se oponía al referendum y vetó la propuesta cuando fue aprobada en junio por el Parlamento.

Sin embargo, muchos expertos consideran que en realidad era el propio presiente el que estaba detrás de la propuesta, ya que es casi imposible que en Kazajstán se puedan presentar iniciativas de cierto calado sin su aprobación.

Los países occidentales condenaron rotundamente el plan. El gobierno kazajo se sintió derrotado y dio marcha atrás rápidamente.

El país anhela legitimidad en el escenario internacional como una potencia prometedora en el plano democrático y económico.

El 31 de enero el Tribunal Constitucional, que hizo un llamamiento a los partidarios del referéndum después del veto del presidente, declaró la inconstitucionalidad del referéndum. Fue entonces cuando Nazarbayev se sacó de la manga la idea de las elecciones como un compromiso.

"En lugar de una elección que nos divida… propongo una fórmula que nos una, que tenga en cuenta la voluntad y la fidelidad de nuestros ciudadanos en los principios democráticos. Lo que estoy presentando es una propuesta para celebrar unas elecciones presidenciales anticipadas, a pesar de que mi mandato se vea reducido en casi dos años".

Algunos analistas vieron en estas enrevesadas artimañas una respuesta a las revueltas de Túnez y Egipto, un gesto conciliador preventivo para evitar cualquier demanda pro democracia.

"El líder kazajo llama a las urnas al crecer el descontento en Egipto", decía un titular de la agencia de noticias Bloomberg.

Otros no están tan seguros. Nazarbayev no se enfrenta a una gran amenaza de la población en general, que cuestione su gobierno o que quiera intimidar al poder del estado.

Al convocar elecciones, Nazarayev podría estar enviando un mensaje a un círculo mucho más pequeño: los altos funcionarios (actuales o que lo fueron en el pasado), incluyendo algunos miembros de su propia familia, que podría estar ya compitiendo por ver quién sucede al líder, que actualmente tiene 70 años.

"El caso de Nazarbayev es menos probable que se trate de un movimiento de protesta de masas como la de Egipto y que sea en realidad un movimiento de cara a las élites políticas de Kazajstán, que están ya contemplando la posibilidad de una sucesión en el país", explicó Sean Roberts, profesor asociado de desarrollo en la Universidad George Washington y experto en la región de Asia central.

"Creo que respecto a los retos que se le plantean a su mandato, Nazarbayev piensa menos en su propia popularidad y más en las élites que le rodean y que podrían generar cambios", afirma Roberts.

El problema es que la naturaleza opaca del gobierno autoritario de Kazajstán (donde lo único que importa al final es la opinión de un único hombre, Nursultan Nazarbayev), conduce como mucho a que cualquier teoría sea una mera conjetura.

Sin embargo, el mero hecho de que Nazarbayev podría haber prescindido fácilmente de estas elecciones, indica que tiene la esperanza de despejar cualquier miedo o problema.

"Parece que aquí hay más de lo que se percibe a simple vista", añadió Roberts. "Cuando escuché primero lo del referéndum y después el anuncio de las elecciones, mi reacción inicial fue pensar que Nazarbayev estaba preocupado por algo".

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