La calle turca reacciona con enfado y pesimismo a las palabras de Erdogan

  • Ciudadanos y usuarios de redes sociales en Turquía coinciden en que las palabras del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, pronunciadas hoy en Túnez, no harán sino prolongar las violentas protestas que desde hace seis días sacuden el país euroasiático.

Ilya U. Topper

Estambul, 6 jun.- Ciudadanos y usuarios de redes sociales en Turquía coinciden en que las palabras del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, pronunciadas hoy en Túnez, no harán sino prolongar las violentas protestas que desde hace seis días sacuden el país euroasiático.

"Erdogan no sólo no se ha retractado sino que encima ha contrarrestado el tono suave empleado los últimos días por el presidente y el viceprimer ministro", comentó a Efe en conversación telefónica Özlem Dalkiran, una editora de medios alternativos.

"Por lo que veo en las redes sociales, hay un enfado general tras su discurso", aseguró la comunicadora.

En una rueda de prensa en Túnez, Erdogan dijo que no piensa retroceder en los planes oficiales de remodelar y demoler el parque Gezi, al tiempo que aseguró que entre los manifestantes hay varios supuestos terroristas.

"Erdogan ha insistido en que se construirán los cuarteles otomanos, lo que en la calle se percibe con una amenaza al parque Gezi", cuya defensa ha provocado las protestas, y como una señal de que a él no le importa lo que piense la gente, concluye Dalkiran.

Pero esas palabras no necesariamente provocarán nuevos choques porque "los manifestantes nunca han tenido reacciones agresivas por los discursos, sólo han respondido ante las cargas policiales", recuerda.

Petek Özmek, una empleada en una tienda de Estambul, es más pesimista al respecto y dice que "esto tiene muy mal aspecto: parece como si la finalidad fuera llevarnos hacia la guerra civil".

"Pero lo que diga o haga Erdogan ya no importa. Lo que importa es lo que nosotros hemos conseguido hacer hasta ahora", asegura esta mujer de 30 años, que dice haber participado en las manifestaciones desde el primer día.

Para Nadja, una joven estudiante, "Erdogan se ha convertido en un primer ministro en contra del pueblo, y cada vez que abre la boca queda más claro".

"Lo único que me ha quedado claro del discurso de Erdogan en Túnez es que él no piensa dar marcha atrás. La resistencia no hará más que crecer con esto", señala la joven en declaraciones a Efe en el centro de Estambul.

Una profesora universitaria, consultada por Efe y que pidió no ser identificada, destacó que "la actitud inflexible" del primer ministro "probablemente prolongará las protestas".

"La Bolsa cae, los inversores extranjeros abandonan el país, la estabilidad económica que respaldó su actitud confiada corre riesgo de desaparecer", opinó.

Sostuvo asimismo que Erdogan "está cegado por el poder e incapaz de entender la realidad sociológica de la clase urbana baja y media".

También en las redes sociales, como Twitter, que ha sido uno de lo promotores de este movimiento de revuelta social, se multiplican mensajes críticos con el primer ministro, como "Erdogan ha vuelto a desafiar a todos con su discurso. No podemos esperar que salga al balcón con palabras reconciliadoras".

"Si hacen imposibles las protestas pacíficas, hacen inevitables las protestas violentas", señala un usuario, mientras que otros dicen que "Erdogan jura destruir el parque Gezi, Gül no lo tiene claro".

Esa frase alude a la cada vez más evidente división de opiniones entre el jefe de Gobierno y el presidente turco, Abdullah Gül, que ha presentado una postura más conciliadora tras la erupción de las protestas por la planeada destrucción del parque Gezi de Estambul para un proyecto urbanístico.

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