La coalición arranca con su primer Consejo de Ministros mientras el Laborismo se centra en la sucesión

  • El Gobierno se baja el sueldo un 5 por ciento y crea una comisión para vigilar las relaciones entre las dos fuerzas LONDRES, 13 (Especial para EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) El nuevo primer ministro británico, el conservador David Cameron, presidió hoy junto a su número dos, el liberaldemócrata Nick Clegg, su primer Consejo de Ministros 24 horas después del nombramiento del Gabinete y transcurrida una semana de unas históricas elecciones que dieron paso a una coalición inédita que surge con vocación quinquenal. Mientras, su antecesor, Gordon Brown, reapareció por primera vez en público en su circunscripción escocesa, una vez declarada abierta la carrera sucesoria por el liderazgo laborista, para la que, de momento, el único contendiente oficial es el ex titular de Exteriores, David Miliband.

El Gobierno se baja el sueldo un 5 por ciento y crea una comisión para vigilar las relaciones entre las dos fuerzas

LONDRES, 13 (Especial para EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán)

El nuevo primer ministro británico, el conservador David Cameron, presidió hoy junto a su número dos, el liberaldemócrata Nick Clegg, su primer Consejo de Ministros 24 horas después del nombramiento del Gabinete y transcurrida una semana de unas históricas elecciones que dieron paso a una coalición inédita que surge con vocación quinquenal. Mientras, su antecesor, Gordon Brown, reapareció por primera vez en público en su circunscripción escocesa, una vez declarada abierta la carrera sucesoria por el liderazgo laborista, para la que, de momento, el único contendiente oficial es el ex titular de Exteriores, David Miliband.

La travesía en el desierto del partido contrasta con las imágenes de un bipartito cuyos miembros dedicaron la jornada a una primera toma de contacto con las que serán sus nuevas tareas. Los nuevos ministros conocieron a los funcionarios con los que deberán trabajar los próximos cinco años y las instalaciones que albergarán el nacimiento de lo que se ha dado en conocer una "nueva era de la política".

El de hoy fue un día de exploración. Si por la mañana se sentaban por primera vez en la oficina en la que se reunirán cada semana para llevar adelante la responsabilidad de gobernar, tras conocer sus nuevas sedes, la coalición en su conjunto se dirigió al Palacio de Buckingham para prometer su cargo formalmente ante la Reina.

Cerrado el organigrama y alumbrado el acuerdo de bases que servirá como hoja de ruta, las primeras decisiones se tomaron en el Consejo de Ministros, que se estrenó con una bajada de sueldo de un 5 por ciento para los miembros del Ejecutivo, en respuesta a las ajustadas circunstancias económicas que atraviesa el país y que, según advirtió el nuevo titular del Tesoro, George Osborne, "lo eclipsarán todo".

Además, los socios acordaron la constitución de una comisión especial que copresidirán Cameron y Clegg para garantizar el mantenimiento del orden interno de la alianza, vigilar las relaciones y lidiar con virtuales desacuerdos. No en vano, se trata del primer Ejecutivo compartido en las islas en 70 años y, a pesar de la sintonía entre sus dos cabezas visibles en la comparecencia en la que explicaron el acuerdo, existen todavía dudas acerca de las futuras relaciones entre los socios. DECISIONES

Por ello, en su estreno de hoy, un elemento central fue la necesidad de impedir filtraciones sobre diferencias que puedan surgir, a fin de evitar desestabilizar la imagen institucional del Gobierno. Entre las consecuencias prácticas de este desafío que los nuevos altos cargos pudieron comprobar figur el veto a los teléfonos móviles durante la reunión, que se mantendrá en todos los consejos futuros. En cualquier caso, al término del encuentro, todos los participantes destacaron el "constructivo ambiente" generado en este arranque de la alianza.

Además, aprovecharon para confirmar las prioridades del Ejecutivo que, como figura en acuerdo sellado el martes, sitúan en primer lugar el ataque el severo déficit de las arcas públicas. Se trata de siete páginas para alumbrar lo que han calificado ya como una "era histórica" y en las que la economía ocupa hasta cuatro de los once apartados que establece el documento.

Otras cuestiones de atención son la reforma de la organización institucional, ya que los liberaldemócratas lograron incluir su demanda de un referéndum sobre el modelo electoral y, a cambio, admiten la polémica apuesta conservadora de limitar la entrada de ciudadanos extracomunitarios. En cualquier caso, ambos partidos hicieron notables concesiones, aunque no en todas las materias, ya que podrán disentir en ámbitos como la expansión nuclear, ante el que la tercera fuerza podrá oponerse sin que se considere que horada la confianza.REAPARICIÓN DE BROWN

Casi en paralelo a estos análisis en Downing Street, el hasta el pasado martes primer ministro, Gordon Brown, reapareció en público esta mañana por primera vez desde su dimisión como mandatario y líder laborista, en una visita a varios centros en la circunscripción escocesa de Kirckaldy a la que ha venido representando en el Parlamento desde 1983.

A diferencia de su antecesor, Tony Blair, quien renunció de inmediato a su escaño en la Cámara de los Comunes cuando abandonó Downing Street, en principio, no está previsto que Brown deje el suyo. De hecho, en las elecciones celebradas hace un semana, las primeras en las que concurría como candidato, obtuvo el mayor apoyo en votos que había registrado nunca, a pesar de que, en el resto del país, su partido sufrió un severo revés que se tradujo en la pérdida de un centenar de escaños.

Acompañado por su esposa Sarah, Brown se mostró relajado durante su visita en Kirckaldy, donde posee su residencia particular, la misma a la que se dirigió el pasado martes por la noche junto a su familia tras abandonar Downing Street por última vez, después de que hubiese comunicado a la Reina Isabel II su dimisión.

En su discurso de despedida, el ex mandatario declaró que, una vez retirado del "segundo" trabajo que más podría disfrutar preveía dedicarse al primero: el de padre y esposo. Sin embargo, al inicio de su intervención de hoy en el Adam Smith College ironizó con que se estaba planteando matricularse en un curso de Habilidades de Comunicación o de Relaciones Públicas.CARRERA SUCESORIA

Mientras, en su partido, la carrera sucesoria se da por iniciada, después de que el ex ministro de Exteriores, David Miliband, anunciase su intención de hacerse con el timón para esta nueva etapa. Por el momento, es el único que ha confirmado sus aspiraciones, si bien otros candidatos están a la espera de sumarse a un proceso al que el Laborismo no se enfrentaba desde la muerte de su líder John Smith en 1994, cuando Tony Blair se hizo con las riendas.

A falta de definición de plazos oficiales, Miliband ha comenzado ya a hacer campaña, tras ver cómo uno de los supuestos contrincantes, el ex titular de Interior Alan Jonhson, se autodescartaba ya y lo apoyaba públicamente antes incluso de que él anunciara sus intenciones. Otro veterano del partido que ha anunciado que no aspira al relevo es Jack Straw, quien hasta el martes ocupaba la cartera de Justicia, tras una dilatada carrera política.

De momento, la número dos del partido, Harriet Harman, continúa al frente en este período de interinidad y también ha confirmado no prevé entrar en la pugna por el liderazgo, una posibilidad que, por contra, estarían considerando el otro Miliband, Ed, con notable predicamento en el partido; Ed Balls, fiel aliado de Gordon Brown, el ex responsable de Sanidad Andy Burham o el diputado Jon Cruddas, una de las voces más a la izquierda en el partido.

Mostrar comentarios