La dimisión de los 'finianos', una "traición"

  • El ministro del Bienestar, Maurizio Sacconi, ha señalado que con la salida de los miembros del partido del presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini, del Gobierno de Silvio Berlusconi, "se ha consumado la traición".

Europa Press

La salida de los miembros del partido del presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini, del Gobierno de Silvio Berlusconi no ha sentado nada bien en las filas del partido de éste, el Pueblo de la Libertad (PDL), que ha calificado la marcha de los 'finianos' de "traición".

Este es el término que ha empleado el ministro del Bienestar, Maurizio Sacconi, para quien con la salida del Gobierno de los miembros de Futuro y Libertad (FLI) "se ha consumado la traición", mientras que el secretario del PDL, Fabrizio Cicchitto, ha calificado la dimisión de "grave error político".

Por su parte, el hasta ahora viceministro para las Actividades Productivas y miembro del FLI, Adolfo Urso, ha declarado que su partido quiere "pasar página y continuar la legislatura con un nuevo gobierno de centro derecha".

Asimismo, Urso ha señalado que en el caso de que se convoquen elecciones tienen la intención de presentar una coalición de centro derecha con el partido Unión Demócrata Cristiana (UDC), el Movimiento para las Autonomías (MPA) y Alianza para Italia (API) así como "todas las otras fuerzas sociales y productivas del país que quieran en el centro derecha, cambiar y renovar la política, pasar página y realizar de verdad las reformas".

Por otra parte, Urso no ha cerrado la puerta a una posible coalición con el partido de la oposición, el Partido Democrático (PD) y ha subrayado que si no consiguen la alianza con los centristas, se dirigirán a "todos aquellos que están interesados en realizar una reforma electoral y un sistema que permita a los italianos elegir de forma más consciente y sobre todo de elegir para garantizar la gobernabilidad del país".

Por su parte, Fini, que fue expulsado en agosto del partido que cofundó con Berlusconi, ha subrayado que la clase dirigente ha perdido "el sentido de la dignidad, de la responsabilidad y del deber propias de quien ostenta un cargo público".

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