La doble vida de la acusadora de Strauss-Kahn

  • Los abogados de Nafissatou Diallo, la presunta víctima de Dominique Strauss-Kahn aseguran que es una mujer noble y trabajadora. La defensa del ex director del FMI la tacha de mentirosa y oportunista. El fiscal del distrito de Manhattan no sabe a quién creer.  

Presunta imagen de la camarera que acusó Strauss-Kahn de violación
Presunta imagen de la camarera que acusó Strauss-Kahn de violación
lainformacion.com
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Cyrus Vance jr., fiscal del distrito del caso Strauss-Kahn está ante una encrucijada. En los próximos días deberá tomar una de las decisiones más difíciles de su carrera: retirar los cargos por violación y abusos sexuales contra el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, o ponerle finalmente delante de un jurado. Si se equivoca, podría perder su trabajo poco más de un año después de estrenar su flamante oficina en Manhattan.

Vance tiene un equipo de 550 personas trabajando 24 horas al día para que le ayuden a decidir cuál de las dos caras que ha visto de la presunta víctima, Nafissatou Diallo, es la verdadera. ¿Es Diallo una inocente inmigrante africana a la que le vida no ha hecho más que darle golpes o es una mujer calculadora que trata de aprovecharse de la notoriedad de su presunto asaltante?

Ambas opciones son factibles. Lo único que el fiscal del distrito de Manhattan tiene claro a estas alturas es que Strauss-Kahn y Diallo mantuvieron relaciones sexuales en el interior de la habitación 2806 del hotel Sofitel de Nueva York. Si fueron consentidas o no, depende a quién se le pregunte.

"Mi hermana es incapaz de inventarse esa historia", aseguró hace unas semanas Blake Diallo, hermano de la presunta víctima de DSK al diario Le Parisien. "Ella no sabía quién era", justifica Diallo, quien define a Nafissatou como "una musulmana practicante que lleva pañuelo, es honorable y trabaja duro para criar a su hija".

La poca fortuna de la hija del mercader

Según la publicación on line Slate África, la camarera supuestamente asaltada por Strauss-Kahn es una mujer de 32 años, nacida en la región guineana de Labé. Hija de un comerciante, con sólo 18 años emigró a los Estados Unidos, siguiendo a su marido.

Al poco de llegar, se divorció. Desde entonces no ha parado de trabajar para sacar adelante a su hija, de 15 años. La prestigiosa revista Paris Match afirma que Nafissatou cuenta con permiso de residencia y trabajo, y que lleva más de tres años trabajando sin problemas en el hotel Sofitel, hasta el pasado 15 de mayo.

Sin embargo, esa reputación de chica seria y trabajadora incansable se vino abajo el pasado viernes. En una polémica carta filtrada a The New York Times, la oficina de Cyrus Vance jr. avisaba a los abogados de Dominique Strauss-Kahn que el testimonio de Nafissatou Diallo hacía aguas.  

Los ayudantes del fiscal del distrito de Manhattan constataron a lo largo de sucesivas entrevistas que "la denunciante ha mentido en repetidas ocasiones" y aseguraban que ya no creían mucho de lo que les ha dicho "sobre las circunstancias y sobre ella misma". Además, relacionan a la camarera con varias actividades criminales, entre ellas tráfico de drogas y blanqueo de dinero.


Una llamada indiscreta

Sin embargo, lo que más ha hecho dudar a los investigadores ha sido una conversación telefónica con un preso de una prisión de Arizona mantenida sólo un día después de la presunta violación. En ella, Diallo dejó entrever la posibilidad de hacer caja gracias a Strauss-Kahn.

Al otro lado del hilo telefónico, su interlocutor avisaba a la joven de que tuviese cuidado. Ella le respondió que sabía lo que hacía. Todo quedó grabado en una cinta que llegó a la fiscalía y los investigadores comenzaron a atar cabos: el preso con el que mantuvo la conversación era su segundo marido, que cumplía condena por posesión de drogas, nada menos que 180 kilogramos de marihuana, según The New York Times.

Ese preso y otra serie de individuos realizaron múltiples ingresos en la cuenta de la camarera. La suma de esos ingresos en efectivo durante los dos últimos años en bancos de Arizona, Georgia, Nueva York y Pensilvania está en torno a los 100.000 dólares.

La fiscalía también descubrió otro dato sospechoso: Diallo pagaba centenares de dólares mensuales en facturas telefónicas de cinco compañías diferentes. Sin embargo, había declarado a los investigadores que sólo tenía un teléfono.

Más mentiras

Por si esto no era suficiente, la joven empleada de la limpieza mintió también en su declaración de hacienda y en su petición de asilo. No tiene dos hijos, como hizo creer al fisco, y nunca fue violada o torturada en su país de origen, se aprendió esa historia de una cinta de cassette.

El último dato de la vida privada de la camarera que ha salido a la luz podría dañar aún más la maltrecha credibilidad de la presunta víctima de Dominique Strauss-Kahn. "La camarera de DSK es una prostituta", titulaba este fin de semana en portada el diario New York Post. "Recibía unas propinas demasiado abundantes, y no era por cambiar las toallas", afirma una fuente anónima a la publicación neoyorquina.

Las mentiras e imprecisiones pueden salirle caro a Nafissatou, que podría ser procesada por perjurio. Expertos en derecho de inmigración creen que como poco podría ser deportada por falsedad en documento público, la solicitud de asilo.

Sólo un medio de comunicación, The New York Daily News, ha llegado a la conclusión más lógica posible: ¿y si la camarera, además de una mentirosa, es también una víctima?

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