La huelga contra la política económica de Kirchner colapsa Argentina

    • Los sindicatos que apoyan la huelga van desde el centro-derecha hasta la izquierda radical.
    • Los vuelos nacionales se han suspendido y las principales ciudades están sin servicio de transporte.
Argentina amanece paralizada por un paro general que el Gobierno considera forzado
Argentina amanece paralizada por un paro general que el Gobierno considera forzado

Las principales ciudades de Argentina estaban este jueves sin servicio de metro, trenes, buses y suspensión de vuelos nacionales por una huelga general de 24 horas, convocada por tres de las cinco centrales sindicales, que reclaman al gobierno de la presidenta Cristina Kirchner acciones contra la inflación y la inseguridad.

La huelga empezó a la medianoche con el cese de actividad en la venta de combustibles y la paralización del transporte público, sector clave para que la medida sindical tenga éxito en este país de 40 millones de habitantes.

A mediodía el acatamiento era dispar en la capital, la vecina Provincia de Buenos Aires y Rosario, la tercera ciudad más importante del país, con grandes tiendas comerciales y restaurantes abiertos, además de oficinas privadas y escuelas privadas impartiendo clases.

El aeropuerto internacional de Ezeiza operaba con normalidad, a excepción de "Aerolíneas que suspendió la mayoría de sus vuelos"; mientras que en el nacional Aeroparque, en Buenos Aires, "no hay nada de actividad", dijeron dos portavoces de Aeropuertos Argentina 2000.

Los taxis hacían su agosto con una gran demanda de pasajeros y se podía ver empleados de todos los rubros intentando llegar a sus trabajos caminando en un día de poco tráfico.

Grupos de izquierda radical formaron piquetes en las principales rutas de acceso a Buenos Aires, donde se produjeron algunos incidentes menores a media jornada.

"No creemos en un paro de un día y sin movilización, así no vamos a quebrar la política de ajustes del gobierno de Kirchner", dijo Pablo Eibuszyc, líder sindical de Agrupación Clasista Telefónica Naranja, militante del partido troskista, que realiza piquetes (cortes de rutas y avenidas) para protestar de forma enérgica contra la política económica del gobierno.

El líder de los camioneros Hugo Moyano, celebraba "la alta adhesión" al paro como promotor de la medida y dirigente del sector opositor de la central obrera CGT, enfrentado con el ala kirchnerista que agrupa a gremios industriales, comercio, bancarios y docentes, que no se pliegan al paro.

Los sindicatos que apoyan la huelga van desde la centro-derecha hasta la izquierda radical que reclaman mejoras salariales y protestan por los aumentos de precios en una nación con una inflación de más de 7% en el primer bimestre de 2014 y que en 2013 se situó entre el 25 y 30%.

Analistas perciben a esta huelga como un juego político para desafiar al gobierno centroizquierdista de Kirchner, confrontado también al descontento social por la inseguridad en las grandes ciudades, donde en las últimas semanas se han registrado unos 12 casos de vecinos que intentaron hacer justicia por su propia mano contra supuestos ladrones.

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