La huelga en España contra recortes en educación tuvo un seguimiento desigual

  • La primera huelga nacional en España de la enseñanza pública, convocada en contra de los recortes aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy en ese sector, tuvo hoy un desigual seguimiento en las distintas regiones españolas y transcurrió con escasos incidentes.

Madrid, 22 may.- La primera huelga nacional en España de la enseñanza pública, convocada en contra de los recortes aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy en ese sector, tuvo hoy un desigual seguimiento en las distintas regiones españolas y transcurrió con escasos incidentes.

El paro, que estaba convocado en la mayoría de las comunidades autónomas y en todos los niveles educativos, desde infantil hasta la universidad, fue seguido por cerca de un 20 por ciento de los enseñantes y alumnos, según los datos oficiales difundidos por el Ministerio de Educación.

Los sindicatos convocantes, sin embargo, elevaron la participación en la protesta a una media del 80 por ciento, que llegaría incluso al 90 por ciento en el caso de las universidades, donde más se notó la huelga.

Los principales sindicatos de la educación pública habían pedido al millón de empleados de este sector, mayoritariamente al profesorado, que secundasen la movilización contra la reducción de un 21% en los presupuestos del Estado de 2012 en educación.

A ello se sumó un decreto gubernamental de medidas aprobado posteriormente para que, además, las comunidades autónomas ahorren en conjunto más de 3.000 millones de euros en este sector básico.

Entre los escasos incidentes registrados, un grupo de jóvenes cortó por la mañana la autopista cercana a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

En Madrid fueron detenidas dos personas por dificultar el tráfico, y en Barcelona, otros cinco jóvenes también fueron detenidos por cerrar con silicona las cerraduras de varios colegios.

Los trabajadores de la enseñanza protestaban contra medidas como el aumento del máximo de alumnos por aula y de las horas lectivas del profesorado, que supondrán -denuncian- prescindir de miles de docentes interinos y mermar la calidad educativa.

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, justificó los recortes como "medidas excepcionales para una situación excepcional", en relación con la obligación de las comunidades autónomas de cumplir con la estabilidad presupuestaria.

La huelga estaba convocada en todas las comunidades autónomas, excepto al País Vasco, Baleares y La Rioja.

De acuerdo a los datos del Ministerio de Educación, el seguimiento tuvo diferencias tan notables como de sólo un 4 por ciento en comunidades como Canarias, Galicia o La Rioja, hasta un 40 por ciento en Aragón, Asturias o Navarra.

Los responsables de los sindicatos convocantes calificaron, por su parte, la huelga de "éxito rotundo", por lo que reclamaron al ministro de Educación negociación, diálogo y acuerdo frente a los recortes.

Tras la jornada laboral, los sindicatos y colectivos educativos convocaron manifestaciones y marchas de protesta en varias ciudades españolas.

En Madrid, los manifestantes marcharon por el centro hacia la sede del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, con una pancarta en cabeza que rezaba: "La Educación no es gasto. Es inversión. No a los recortes".

Varios políticos de los opositores PSOE e Izquierda Unida se sumaron a la marcha, que recibió también el apoyo del Sindicato de Estudiantes y de la Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos.

La secretaria de Política Social del PSOE, Trinidad Jiménez, dijo a los periodistas que "defender la educación es defender el futuro, hay que salir a la calle a decirle al gobierno de Rajoy que no a los recortes por real decreto y sin diálogo".

El coordinador general de IU, Cayo Lara, propuso un nuevo modelo basado en la inversión en educación, frente a otro "especulativo del ladrillo".

En Barcelona, miles de estudiantes, profesores y padres y madres de alumnos -150.000 según los organizadores y 25.000 según la policía- participaron en la manifestación de protesta contra los recortes en educación.

Delante de la cabecera se colocó un grupo de niños con una pancarta elaborada por ellos mismos con la pregunta: "¿Qué futuro nos espera?". EFE

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