La Universidad de Nueva York levanta una sede bajo sospechas de no respetar los derechos humanos de sus trabajadores

  • La prestigiosa Universidad de Nueva York está comenzando la construcción de lo que ha descrito como "la primera universidad de artes liberales de calidad internacional en Oriente Medio" en los boyantes Emiratos Árabes Unidos. Pero la reconocida organización pro derechos humanos Human Rights Watch teme que la constructora contratada por la Universidad la vaya a levantar con un ejército de trabajadores llegados de países en desarollo que ganan menos de un dólar a la hora y en condiciones de explotación laboral.
Uno de los edificios del 'Polytechnic Institute' perteneciente a la Universidad de Nueva York.
Uno de los edificios del 'Polytechnic Institute' perteneciente a la Universidad de Nueva York.
Polytechnic Institute of NYU
Tom Hundley | GlobalPost

(Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos). La Universidad de Nueva York (NYU), una de las universidades de élite de EE UU, no es ajena a las duras prácticas laborales en Abu Dabi, el más rico de los siete estados semiautónomos que conforman los Emiratos Árabes Unidos.El año pasado, después de que el claustro y los profesores cuestionaran el respeto a los derechos humanos y el trato a los trabajadores inmigrantes en Abu Dabi, la NYU difundió un comunicado en el que se expresaban los "valores compartidos" con el Gobierno del emirato y en el que se reconocían los "diferentes entornos legales y culturales" de Oriente Medio, insistiendo en que los constructores locales implicados en el proyecto del campus cumplirían rigurosamente las leyes laborales de los Emiratos.

Algunas voces apuntaron, sin embargo, que si bien estas leyes existen, rara vez se aplican. Por lo tanto, la NYU acaba de hacer pública una nueva serie de normas contractuales para los trabajadores implicados en su proyecto árabe, entre las que figuran el derecho a al menos un día libre cada semana, la garantía de que los empleadores no confiscarán el pasaporte a los trabajadores y que todas las horas extras se harán de manera voluntaria.

La organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW), que el año pasado publicó un informe poco halagador sobre las condiciones laborales en los Emiratos, ha calificado estas nuevas normas de "paso significativo", aunque mantiene su preocupación: "Sin un acuerdo contractual entre la Universidad de Nueva York y su socio en Abu Dabi garantizando un control independiente, por terceras partes, de las condiciones laborales, no habrá manera de saber si los empresarios están cumpliendo", afirma Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Oriente Medio. "Y sin penalizaciones claras, como daños triplicados o terminación del contrato, estos requisitos no tendrán efectividad".

Andrew Ross, un profesor de la universidad neoyorquina muy crítico con el proyecto de Abu Dabi, ha dicho que las nuevas normas son "prometedoras", pero coincide en que es necesario que la Universidad contrate a inspectores independientes in situ para asegurarse de que se cumplen realmente todas las condiciones establecidas. "Si eso no se produce, ese comunicado de valores se quedará en sólo eso, en palabras sobre papel, o en una página web", dice.

Josh Taylor, un portavoz de la Universidad, asegura que habrá inspectores controlando la obra en persona. "Estamos terminando los detalles. Estarán listos antes de que comience la obra", afirma.

En su informe, Human Rights Watch asegura que las agencias gubernamentales responsables del proyecto de la NYU "han fallado en la manera de atajar de raíz las causas del abuso de los trabajadores: las tasas ilegales de contratación que se les cobra a los trabajadores inmigrantes, unos sueldos más bajos de lo prometido y un sistema de esponsorización que da -en la práctica- a los empleadores un poder total sobre la mano de obra".

El Gobierno de los Emiratos Árabes Unidos ha rechazado el informe, calificándolo de "objetivamente incorrecto" y "desequilibrado".El próximo otoño la Universidad de Nueva York recibirá a sus primeros estudiantes en un campus provisional en el centro de Abu Dabi. Mientras tanto, ya se están realizando los trabajos preliminares en el campus permanente, que formará parte de un proyecto integral de 27.000 millones de dólares en la isla Saadiyat que incluye ramas de los museos Guggenheim y el Louvre, así como campos de golf y hoteles de súper lujo.

Emiratos Árabes Unidos es uno de los países más ricos del mundo, y toda la operación de la NYU en Abu Dabi está siendo costeada por el Gobierno del emirato. "No es un programa con un presupuesto", explicó el presidente de NYU, John Sexton, a la National Public Radio el año pasado, reconociendo que la Universidad ha recibido un cheque en blanco del Gobierno de Abu Dabi.Pero la legión de trabajadores reclutados en India, Pakistán y Bangladesh para construir el nuevo campus cultural en la isla Saadiyat no se beneficiará de la riqueza de los Emiratos. Incluso bajo las nuevas normas de contratación, recibirán un sueldo de 0,80 dólares por hora.

En un detallado informe publicado en mayo pasado basándose en docenas de entrevistas a trabajadores extranjeros en la isla Saadiyat, HRW asegura que muchos de esos hombres son reclutados para trabajar con promesas de buenos sueldos y condiciones laborales decentes. En muchos casos, los hombres pagan "tasas" ilegales de hasta 4.000 dólares por tener la oportunidad de trabajar en Abu Dabi.El informe asegura también que los pasaportes de esos trabajadores son confiscados en cuanto llegan a los Emiratos, y los sueldos terminan siendo la mitad de lo prometido inicialmente. También se les obliga a trabajar 12 horas al día bajo un calor estival que ronda los 38 grados centígrados.

Los campamentos donde viven los trabajadores suelen estar sobrepoblados y tienen carencias sanitarias, según el informe de esta reconocida organización pro derechos humanos. El sueldo medio anual de los trabajadores extranjeros en la isla Saadiyat es de 2.575 dólares. "En algunos casos están trabajando en verdaderas condiciones de explotación laboral: se les atrajo de forma fraudulenta a los Emiratos Árabes Unidos, trabajan para poder pagar las deudas contraídas para obtener ese puesto, no pueden dejar el país porque sus jefes les han confiscado el pasaporte al llegar a los Emiratos y les amenazan con penas ilegales si dejan sus puestos de trabajo", indica el informe de HRW.

Mostrar comentarios