Cientos de australianos han celebrado este viernes la vuelta a la normalidad. Lo han hecho desde primera hora acudiendo a la cafetería Lindt, en Sídney, donde el pasado mes de diciembre un atacante islamista dejó dos muertos y mantuvo en vilo al país durante horas con el secuestro de rehenes.
Así, desde primera hora se han producido largas colas en el local de Martin Place, en el centro de la ciudad australiana, en un gesto por volver a la normalidad, tres meses después del suceso que conmovió a un país, que no había visto la fuerza del terrorismo islamista desde hacía años.
No obstante, no queda todo en el olvido. Un recordatorio, homenaje a las dos víctimas:Tori Johnson y Katrina Dawson, se ha instalado en el local. Entre los visitantes que han pasado por el local, más de 300 en un par de horas se recalcaba la necesidad de volver a la normalidad, de "Es realmente importante para la moral de la ciudad que abra", recoge el Daily Telegraph australiano, "muestra que lo que pasó no va a impedir a la gente realizar su vida como siempre".
El pasado 15 de diciembre un terrorista, Man Monis, tomó el local, exigiendo una bandera islámica y poder hablar con el primer ministro australiano, Tony Abbott. Fue abatido a tiros por la policía tras varias horas de secuestro.
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