¿Le ha llegado a la microfinanciación su hora?

  • El sector de los microcréditos mueve en la India miles de millones de dólares. La conocida como 'banca de los pobres' ha logrado grandes ganancias los últimos años, pero ahora se la vincula con 85 suicidios. ¿Tienen algo que ver las altas tasas de interés?
La conocida como 'banca de los pobres' ha logrado grandes ganancias los últimos años, pero ahora se la vincula con 85 suicidios.
La conocida como 'banca de los pobres' ha logrado grandes ganancias los últimos años, pero ahora se la vincula con 85 suicidios.
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Saritha Rai, Bangalore (India) | GlobalPost
Saritha Rai, Bangalore (India) | GlobalPost

Hasta hace poco el sector que mueve 7.000 millones en microcréditos en la India era visto como la banca de los pobres. Millones de indios rechazados por los grandes bancos comerciales podían obtener pequeños préstamos, y con ellos la esperanza de que al fin podrían mejorar su capacidad de ingresos. Pero tal y como han demostrado los eventos de los últimos meses, eso era la mitad de la historia.

Las microfinancieras indias han ido logrando en los últimos años ganancias fenomenales gracias a unas tasas de interés cada vez más altas, y se dice que sus agresivas tácticas para recuperar los préstamos han tenido que ver en 85 suicidios recientes en el país.

El principal mercado mundial de microcréditos (en la India hay en torno a 25 millones de prestatarios) está inmerso estos días en una espiral descendente. Por un lado, las empresas luchan contra la reacción de muchos pobres que se niegan a devolver los préstamos. Por otra parte, el gobierno está aumentando los controles a esas empresas.

La pregunta ahora es si esto supondrá la muerte del sector.

"Es una crisis muy grande, las empresas de microcrédito se están hundiendo día a día", asegura Venkat Narayana, profesor de Economía en la Universidad de Kakatiya, en Warangal, Andhra Pradesh (India), en donde se está viviendo de cerca esta crisis.

El temor es que esta situación se extienda de forma global. Algunos lo ven como el anuncio de otra vuelta de tuerca a los créditos. "Los bancos, inversores y empresarios emprendedores están mostrando la tarjeta roja a la financiación de microcréditos", dice Narayana. "Y esto es un golpe a la subsistencia de los pobres del mundo".

El modelo existente está viciado, admite Vijay Mahajan, presidente de Microfinance Institutions Network, que representa a las 40 principales empresas del sector. "Para sobrevivir, tendrá que renovarse totalmente", sostiene.

Pero el sistema no empezó así.

Cuando comenzaron, las empresas de microcréditos tenían objetivos magnánimos: daban pequeños préstamos a las familias pobres que no tenían avales, como fincas. Hasta entonces, los pobres habían estado a merced de los prestamistas particulares, que les cobraban unos intereses desorbitados.

"Las microfinancieras llegaron a zonas totalmente olvidadas por el sistema bancario convencional", afirma Nilesh Arya, portavoz de Sa-Dhan, una asociación de instituciones financieras que trabajan en el desarrollo de las comunidades.

El concepto de microcrédito fue impulsado por el economista de Bangladesh Muhammad Yunus, galardonado con el premio Nobel de la Paz por su revolucionario Grameen Bank. La clave para la sostenibilidad del proyecto es la devolución rápida de los préstamos, lo que permite canalizar dinero hacia nuevos solicitantes.

En cientos de pueblos a lo largo del estado de Andhra Pradesh y de muchas otras partes de India los pequeños préstamos de 250 dólares se utilizan habitualmente para lanzar o ampliar pequeños negocios como la venta de verduras, la cría de animales o talleres de costura.

Pero a medida que los microcréditos fueron aumentando, las tasas de interés empezaron a ser desorbitadas, llegando a ser del 60 por ciento anual. Los microcréditos comenzaron a ser un éxito, un negocio con ánimo de lucro. De hecho, la mayor de las empresas del sector en India, SKS Microfinance (respaldada por George Soros y Sequoia Capital entre otros), logró completar el pasado agosto una exitosa oferta pública de acciones.

Con la sobreabundancia de dinero en el mercado a su disposición, los prestatarios del rural comenzaron a utilizar los préstamos para financiar gastos médicos, pérdidas de las cosechas, alcohol y otros hábitos. El colapso del sistema no tardó en llegar.

En Andhra Pradesh, en donde se concentran un tercio de los pequeños préstamos en la India, las microfinancieras entregaron numerosos créditos sin verificar la capacidad de devolución de los clientes. Esta política agresiva de concesión de préstamos supuso también la puesta en práctica de medidas coercitivas para recuperar el dinero y un aumento en el número de suicidios por deudas.

En Bangladesh, en donde comenzó todo, la primera ministra Sheikh Hasina ha dicho que las empresas de microcréditos "están chupando la sangre de los pobres".

En India, mientras tanto, los prestatarios se están empezando a responder con contundencia a la situación. Los líderes políticos han contribuido además a avivar la situación al animar a que no se paguen las letras de los microcréditos. En algunos lugares se han llegado a producir ataques de grupos de personas a las oficinas de las microfinancieras.

La tasa de recuperación de préstamos en Andhra Pradesh ha descendido al 10 por ciento, explica Mahajan. Los impagos masivos han hecho caer las acciones de SKS a la mitad de su máximo, muy por debajo de su precio de salida al mercado.

Y mientras la crisis va en aumento, el gobierno de Andhra Pradesh acaba de presentar una ley para poner freno a la concesión de préstamos múltiples de manera irresponsable y a las prácticas agresivas de cobro de ese dinero. Asimismo, ha bloqueado la salida a bolsa de otras empresas del sector.

Algunos veteranos del sector domo Mahajan temen que se produzca un colapso total del sector, puesto que los bancos comerciales indios se muestran reacios a apoyar a los prestatarios con problemas y, en su lugar, están presionando para recuperar lo que les han prestado.

"El modelo de negocios dirigido por el mercado tendrá que ser sustituido por un modelo legítimo, más sostenible, con objetivos sociales", asegura Mahajan.

En el empobrecido estado de Andhra Pradesh (en donde operan las mayores empresas del sector, como SKS, Share Microfin y Spandana Sphoorty), las personas a los que les han sido concedidos varios préstamos describen el sistema como "pequeños préstamos - grandes molestias".

No hay duda de que los pobres del mundo necesitan una alternativa a la banca convencional. Pero poco a poco se está afianzando la sensación de que el modelo de los microcréditos ha fallado profundamente en su objetivo de lograr la inclusión social.

"Necesitamos un modelo que equilibre crecimiento y expansión sostenible, poniendo a los pobres en el corazón del sistema", afirma la portavoz de Sa-Dhan.

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