Moscú, 11 sep.- La operación "Libertad duradera", desplegada en Afganistán por Estados Unidos y la OTAN después del 11-S, frenó los intentos de "los radicales religiosos de crear un califato en Asia Central", declaró hoy la presidenta de Kirguizistán Rosa Otunbáyeva.
"No está claro cómo se habrían desarrollado los acontecimientos en Asia Central si la OTAN no hubiera desplegado a partir de 2002 la operación 'Libertad duradera'", dijo Otunbáyeva en la ceremonia celebrada en memoria de las víctimas de los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York, hace diez años.
La operación, según la líder de la república centroasiática, "ayudó a conservar la integridad de los países de Asia Central para no dejar a los radicales religiosos a crear un califato en su territorio".
"Pero incluso hoy estos radicales no cejan en su empeño de crear su fortín en la región, incluso por la vía de la violencia", insistió Otunbáyeva, quién añadió que es la razón por la que las autoridades del país siguen apoyando la presencia de la base aérea estadounidense de Manás en su territorio.
La dirigente kirguís, durante su discurso pronunciado en Manás, apuntó que ese aeropuerto es la aportación de Biskek a la lucha antiterrorista.
El llamado Centro de Tránsito (base de Manás) "ha hecho su aportación a la estabilidad de Asia Central en sus diez años de existencia, y prueba de ello es la brillante operación de las fuerzas especiales de Estados Unidos para eliminar al terrorista número uno, Osama Bin Laden", recordó Otunbáyeva.
"Kirguizistán es un estado clave, que ha acogido a muchas clases de tropas, y es un fiel amigo en la lucha contra el terrorismo", dijo por su parte el jefe al mando de la base aérea, James Jacobson.
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