Los héroes desconocidos en el tiroteo de Arizona

  • Un joven becario ayudó a varias víctimas y taponó la herida de la congresista, una mujer consiguió quitarle el segundo cargador del arma automática del tirador y un hombre consiguió reducirlo. Ellos son los tres héroes de esta tragedia.
lainformacion.com / agencias
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Daniel Hernández tiene 20 años y lleva poco más de una semana trabajando para la congresista Gabrielle Giffords. Al escuchar los disparos corrió hacia su nueva jefa y hacia los otros heridos, les tomó el pulso y vio su estado y después no se apartó de Giffords y taponó su herida. Mientras entre el público una mujer consiguió quitar al tirador un segundo cargador del arma automática y otro hombre consiguió reducirlo. Ellos son tres héroes en una tragedia que se ha cobrado seis víctimas en Arizona.

El joven becario ya ha sido bautizado por los medios estadounidenses como el ángel de la guarda de la congresista. Arizona Republic cuenta como Daniel se encontraba registrando a las personas en el acto político cuando empezaron los disparos. Acudió a ayudar a los heridos cuando vio a Giffords sangrando.

El joven taponó con su propia la mano la herida que tenía la congresista en la frente y la puso sobre su regazo para evitar que se ahogara con su propia sangre. Daniel Hernández recuerda que estaba consciente. Sin abandonar a la congresista, el joven becario dijo a otra persona como aplicar presión sobre las heridas de otras víctimas.

Se quedó en todo momento a su lado. Los equipos de emergencia llegaron y trasladaron a la congresista al hospital en una ambulancia, un viaje que Daniel Hernández hizo a su lado, sin soltarle la mano. 

"Por supuesto que tienes miedo", contaba desde el hospital el joven becario. "Probablemente no fue la mejor idea correr hacia los disparos, pero la gente necesitaba ayuda".

Reducir al tirador

Mientras Daniel Hernández corría hacia los heridos, otros dos héroes desconocidos consiguieron evitar más disparos. El sheriff del condado de Pima, Clarence Dupnik, ha contado como una mujer que participaba en el acto con la congresista Gabrielle Giffors logró evitar que el presunto homicida, Jared Lee Loughner, recargara la pistola automática Glock quitándole un cargador, con 31 balas más.

Una mujer "se acercó, cogió el cargador y lo apartó de él", ha explicado Dupnik. Loughner logró poner otro cargador en el arma, pero "afortunadamente el resorte del cargador falló y un caballero pudo reducirle".

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