Los hoteles de lujo compiten por el mercado musulmán

  • Nada de bebidas alcohólicas, sólo comida 'halal' y películas salidas de tono censuradas. Así son algunos hoteles de Oriente Medio que buscan satisfacer las necesidades de los clientes musulmanes que desean respetar la sharía o ley islámica.
Mona Alami, Dubái (Emiratos Árabes Unidos) | GlobalPost

En Occidente es habitual encontrar en los hoteles un ejemplar de la Biblia al lado de la cama; en los países de mayoría musulmana lo habitual es encontrarse el Corán. Pero algunos propietarios de hoteles en Oriente Medio están yendo un paso más allá, diseñando alojamientos enfocados exclusivamente a los clientes musulmanes en los que se respeta la sharía o ley islámica. Se trata de un mercado inmenso y sin explotar, aseguran.

“Existe una creciente necesidad de hoteles que respeten la sharía entre los viajerosárabes musulmanes”, explica Naji Morcos, director de Hodema, una consultora libanesa especializada en el sector de la hostelería.

En Dubái existen ya varios hoteles de lujo que observan la sharía. Rodeados de palmeras, exhiben todos los elementos del lujo árabe, el rotundo aroma de café arábigo mezclado con la esencia penetrante de los dátiles, los interiores fastuosos y los suelos de mármol blanco. En los pisos superiores, sin embargo, las ostentosas suites no tienen mini bares, sino salones para el rezo. Es una tendencia que se está extendiendo a lo largo de Oriente Medio.

Morcos asegura que los viajeros árabes gastan más de 12.000 millones de dólares anualmente en viajes de placer. Según un estudio publicado por MiddleEast.com, el 88 por ciento de los viajeros árabes afirman que les interesaría pernoctar en un hotel islámico.

“Los hoteles que cumplen la sharía básicamente observan las mismas restricciones que se adoptan habitualmente en países islámicos como Arabia Saudí. La única diferencia es que ahora están surgiendo en países donde predominan los hoteles convencionales”, afirma Morcos.

En este tipo de hoteles islámicos se sirven solamente bebidas no alcohólicas y comida halal, y se censuran las películas y los canales de televisión que se consideran obscenos. Algunos hoteles que no cumplen las reglas de la sharía estrictamente sí están comenzando sin embargo a dar pasos para satisfacer las demandas de una clientela religiosamente más conservadora.

“Simplemente no servimos alcohol en nuestras instalaciones. Se sirve comida cien por cien halal y bebidas no alcohólicas. Respetamos las diferentes creencias y culturas, e intentamos ser lo más sensibles y comprensivos que podamos con las necesidades de nuestros huéspedes”, afirma Mark Deere, gerente del hotel Arjaan by Rotana en Dubái.

Los verdaderos hoteles islámicos, no obstante, intentan respetar la sharía al máximo posible.“En los hoteles que siguen la sharía hay segregación entre hombres y mujeres, y hay ciertas plantas reservadas exclusivamente para huéspedes femeninas” y a las que atienden solamente personal femenino, explica Morcos. Estas restricciones se aplican también a otras “áreas sensibles” como el salón de baile, el gimnasio y la piscina.

Estos hoteles suelen estar financiados por inversores islámicos y dedican parte de sus ganancias a actividades benéficas, cumpliendo así con el zakat, uno de los preceptos del islam y según el cual sus fieles deben dedicar anualmente al menos un 2,5 por ciento de su riqueza neta a obras de caridad.

Pero estos establecimientos tienen un desafío empresarial importante por delante. Los hoteles convencionales suelen recaudar un 30 por ciento de sus ingresos a través de la venta de alcohol y comida, frente al 10 por ciento que están ganando los que aplican la sharía.

“Los hoteles que se gestionan por la sharía se enfrentan a muchos desafíos. Por ejemplo, se necesita hacer una inversión mayor que en un hotel normal por la duplicidad de algunas áreas [como diferentes entradas y pasillos para las plantas de hombres y mujeres]. Las tarifas oficiales también suelen ser más altas que en los hoteles convencionales”, añade Morcos.

Estas iniciativas para atraer a un mercado tan específico están llevando sin duda a la industria hotelera hacia nuevos niveles de creatividad. “Los hoteles sharía aportan un servicio personalizado de principio a fin, desde entradas separadas hasta coranes en cada habitación”, resume Morcos.

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