Los manifestantes concentran sus fuerzas en un parque de Bangkok

  • Canela Bangkok, 3 mar.- El grueso de los manifestantes antigubernamentales en Tailandia convirtió hoy el Parque Lumpini de Bangkok en su centro de operaciones tras abandonar los campamentos instalados en varios puntos de la capital.

Gaspar Ruiz-Canela

Bangkok, 3 mar.- El grueso de los manifestantes antigubernamentales en Tailandia convirtió hoy el Parque Lumpini de Bangkok en su centro de operaciones tras abandonar los campamentos instalados en varios puntos de la capital.

Situado junto al corazón financiero, este parque de 57 hectáreas se ha convertido en una especie de ciudad dentro de la capital donde la policía tiene prohibida la entrada y guardas privados se encargan de la seguridad.

Cientos de tiendas de campaña han sido instalados en los céspedes de Lumpini, así como carpas, clínicas móviles, pantallas gigantes y escenarios donde se alternan los conciertos con los mítines de los cabecillas de la movilización.

El líder de las protestas, Suthep Thaugsuban, decidió el pasado viernes desmontar la mayoría de los campamentos que bloqueaban desde enero varias avenidas en Bangkok, aunque anunció que seguirán con su plan para derrocar al Gobierno de la primera ministra, Yingluck Shinawatra.

Sin embargo, dos grupos antigubernamentales decidieron mantener sendos campamentos cerca de la sede del Gobierno, en el ministerio del Interior y en el complejo de oficinas gubernamental Chaeng Wattana.

La concentración en el parque Lumpini también sirve para facilitar las labores de seguridad, ya que se han repetido los ataques con explosivos y granadas contra los manifestantes.

Al menos 24 personas, incluidos varios policías, han fallecido y más de 750 han resultado heridas en las protestas, que arrancaron en octubre y se intensificaron con la ocupación de ministerios el 25 de noviembre de 2013.

Los últimos ataques fueron dos granadas lanzadas contra un tribunal de justicia, gremio considerado cercano a los manifestantes, al igual que la mayoría de las clases acomodadas y la elite burocrática.

No obstante, muchos de los manifestantes en Lumpini son tailandeses de las provincias sureñas y capitalinos de clases medias o incluso humildes.

"Aquí nos sentimos más seguros. No sé lo que va a pasar, pero espero que los tribunales inhabiliten a Yingluck por corrupción y dimita", afirmó a Efe Suwatai, un manifestante antigubernamental en el parque Lumpini.

Suwatai, que trabaja de jardinero en Bangkok, señaló que los "camisas rojas", como se hace llamar un grupo simpatizante con el Ejecutivo, planea la secesión del norte del país y temió que se produzca un enfrentamiento civil.

El pasado sábado, una facción del Frente Unido contra la Dictadura y en favor de la Democracia (UDD), la plataforma de los "camisas rojas", propuso la creación de una República Popular de Lanna (PDRL) independiente en el norte.

El grupo, en la provincia norteña de Chiang Mai, señaló que la república continuaría asociada al resto de Tailandia con el monarca Bhumibol Adulyadel como jefe del Estado.

La propuesta fue criticada por el Ejército, que presentó una denuncia en los tribunales, y la primera ministra, quien defendió la unidad territorial de Tailandia.

"Quiero ver Tailandia como una e inseparable, incluidas las tres provincias en la frontera del sur donde los problemas se están resolviendo a través de negociaciones", manifestó Yingluck.

Tailandia, que afronta un conflicto separatista en las provincias de mayoría musulmana en el sur, padece una profunda crisis política desde el golpe militar incruento de 2006 contra el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, actualmente en el exilio.

La mayor parte de los seguidores de Thaksin, hermano de la actual jefa del Gobierno, procede del norte y noreste, mientras que el grueso de los manifestantes reside en Bangkok y en las provincias meridionales.

Los antigubernamentales exigen que un consejo no electo sustituya al Ejecutivo y reforme el sistema político, que consideran corrupto, antes de acudir a las urnas. EFE

grc/mr

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