Luis Alberto Erazo, el exsecuestrado por las FARC que rezaba por sus captores

  • Luis Alberto Erazo Maya logró escapar este fin de semana de la matanza de cuatro secuestrados a manos de las FARC. Este sargento de la policía cuyo cautiverio se ha prolongado durante más de once años, por fin ha podido reencontrarse con sus dos hijas y su nieto.

Las FARC ejecutan a cuatro secuestrados y otro sobrevive tras un operativo militar
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María Sorribes Catret

Tras ocho horas escondido en el interior de un tronco, oyó los pasos del Ejército de Santos y lo supo: había escapado.

Luis Alberto Erazo, sargento de la polícia puso fin este fin de semana a una pesadilla que ha durado más de once años.

"Papito lindo, papito eres mi vida, dame siempre tu santa bendición como le pido al Seños Jesucristo que te bendiga y te tenga con vida y mucha salud. Papito recibe de tu hija este mensaje de saludo, siempre estamos pidiéndole a dios que te de rápido la libertad, en este año te esperamos como sea, yo creo que el Señor nos hará el milagro de la libertad. Sea fuerte mientras tanto y adelante, ni un paso atrás. Papito te esperamos pronto, saludos de mi abuelita Blanca, mis tíos, Liliana, Jeferson y demás familiares. Cuídate mucho y que Dios te proteja. Atentamente, tu hija Lizeth Carolina Erazo."

En abril de este mismo año apareció este mensaje en la página web las Voces del Secuestro. Lo firmaba Lizeth Carolina Eraso, hija de un policía secuestrado por las FARC que once años, once meses y 17 días después ha vuelto a casa.

Ese fue exactamente el tiempo que duró secuestrado el sargento Luis Alberto Erazo Maya, único superviviente que escapó de la matanza de cuatro rehenes por las FARC este fin de semana.

Más de una década después, Erazo que dejó a dos niñas para encontrarse a dos adolescentes, por fin podrá ejercer de padre y de abuelo de un nieto que aún no conoce.

Con heridas en el rostro causadas por esquirlas de granada, algún diente menos y mucho más delgado, el hombre que ha logrado escaparse de la guerrilla se ha convertido ahora en un héroe. En un referente para la esperanza de los que aún siguen allí. Secuestrados y escondidos entre la selva.

Pero su mirada ya es distinta. En ella, casi 12 años de cautiverio hacen mella junto a la noticia que conoció ya en libertad: sus cuatro compañeros muertos.

El 9 de diciembre de 1999 durante un ataque a la estación de policía de Curillo, Erazo, que ostentaba el cargo de sargento viceprimero, fue secuestrado por varios integrantes del bloque de sur de las FARC.

Desde entonces, "Rezar" es lo único que lo mantuvo con vida, según ha relatado a los medios colombianos. En su mochila, fabricada por él mismo con fibras de la selva, un misal. "Rezaba hasta por los guerrilleros", admite. Ayer no dejó de repetir una y otra vez: "Dios existe".

Para su familia además de la fe, tres pruebas de vida evitaron que la esperanza de volver a verlo con vida se apagara. En 1999, 2007 y 2010 un Erazo cansado y demacrado pedía a su madre con disimulado optimismo que cuidara de su familia hasta su regreso. "A pesar de la prologada ausencia, del silencio, del olvido en que nos encontramos, aún estoy con vida. Un poco más acabado, pero de todas formas con ganas de seguir viviendo para verlos a ustedes", cuenta en uno de los videos.

De repente este sábado oyó disparos. Se encontraba un poco alejado doblando una toalla y no estaba encadenado, tal y como él mismo ha contado a varias radios locales. A pesar de las heridas sacó fuerzas de flaqueza y empezó a correr alejándose del campamento. Era su única oportunidad. Y supo aprovecharla.

En una Colombia entre vítores y lágrimas, su felicidad contrasta con la de cuatro familias que ahora tendrán que enterrar a sus muertos.

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