Un grupo de madres 'cazapedófilos' ha hecho caer a 50 pederastas en Uk

  • Se meten en los chats y se hacen pasar por menores, ante el aumento de casos de pervertidos sexuales que pululan por la Red. Después avisan a la Policía. 

    El último en caer en manos de la Justicia ha sido un hombre que escuchará su sentencia en dos semanas. Vivía junto a un parque infantil en Bristol.

Nathan Watson, el último pederasta que ha caído en manos de la Policía en Inglaterra.
Nathan Watson, el último pederasta que ha caído en manos de la Policía en Inglaterra.
Diego Caldentey

Nathan Watson tiene de 43 años de edad, ojos claros y una mirada en apariencia cristalina. Si lo observas y te lo cruzarías por la calle, en una primera impresión podría tratarse de alguien con los rasgos comunes de cualquier vecino, del padre del compañero de tu hijo en el cole o del cartero que golpea a tu puerta. Sin embargo, detrás de esas facciones suaves y aspecto sereno se esconde un auténtico monstruo perverso, pederasta y depredador de víctimas indefensas.

En apenas dos semanas, este hombre escuchará la sentencia de un juez de Bristol, Inglaterra, en relación a un juicio en el que está acusado de intento de abuso sexual a un menor. Watson ha caído recientemente en manos de la Policía gracias a una singular tarea de investigación de un grupo de madres inglesas que han decidido salir a la caza de pedófilos.

Su estrategia es simple, pero ha funcionado. Las mujeres entran en salas de chat y se hacen pasar por menores de edad, hasta que los delincuentes sexuales se aproximan y las 'abordan' virtualmente. Así fue como Watson creyó que estaba dialogando con una niñas de 11 años y entró de lleno en la 'trampa'.

Las madres han creado este grupo preocupadas por la proliferación de casos de depravados sexuales que se mueven impunemente en la Red. Han conseguido resultados espectaculares en los últimos tiempos, según recoge el medio británico Daily Mail. Tras sus 'labores' en internet han conseguido que 27 supuestos pederastas hayan sido detenidos, otros 22 se encuentren en libertad bajo fianza y 5 más están en la mira de la Justicia por indicios fehacientes de que son pederastas.

"Algunos tratan de negar lo que estaban haciendo. Pero todos terminan mintiendo y manifestando lo mismo: que nunca iban a tener relaciones sexuales con niños", ha afirmado Susannah Reid, una de las madres.

Cuando se le preguntó cómo se sentía al entablar diálogo en el chat con estas personas, ha añadido: "Es muy alarmante cómo uno se siente en la edad adulta. Ni me puedo imaginar cómo un niño se sentiría al ser puesto en esa situación".

Un vídeo en poder de la Justicia tomado por el propio grupo de mujeres cazadoras de pedófilos capta el momento en que se enfrentan a Watson, quien supuestamente creía que estaba concertando una cita (vía internet) con una niña de 11 años, para después tener relaciones sexuales con ella.

En un momento el hombre envía un mensaje con una foto de su pene y comienza a llamar "bebé" a su supuesta interlocura, que en verdad eran las mujeres camufladas bajo un perfil ficticio de la menor. Posteriormente Watson pacta un lugar y una hora para el encuentro. Pero no aparece por ningún lado cuando observa escondido que, en el sitio en el que habían quedado, no hay nadie de 11 años.

Entonces es cuando los vigilantes acuden junto a las mujeres a su domicilio y proceden a su arresto. "Soy una buena persona", atinó apenas a decirles a los agentes. En el vídeo, aterrorizado y ante sus 'señuelos' se comprometió ante los investigadores a salir a la calle para hablar de las fotos y de los mensajes que envió la "niña".

Después de confirmar su nombre llegó a afirmar que no quería conocer a la chica porque "tenía la sensación de que ella era un poco esquiva". Lo más aterrador del caso es que este pederasta había alquilado una habitación junto a un parque infantil.

El material filmado en el domicilio en el que Watson trabajó y vivió fue transmitida a la policía, que lo finalmente lo detuvo. Watson se declaró culpable de intentar comunicarse, para fines sexuales, con un niño de 13 años entre el 14 de julio y 9 de agosto pasado.

El juez Michael Roach en el tribunal penal de Bristol el miércoles aplazó el caso en espera de un informe "vital", pero la sentencia se producirá el 28 de este mes. El hombre había intentado llevar a los menores a un edificio comunitario gestionado por una organización benéfica cerca de la estación de Temple Meads de Bristol, según han informado los medios británicos. Ahora, un depravado menos quedará suelto por las calles de Inglaterra. Pero las madres 'cazapedófilos' prometen no cesar en su lucha e ir a por todas, detrás de enfermos o psicópatas que siguen representando un auténtico peligro.

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