Esta joven malaya de 24 años, de nombre Christine Jiaxin Lee, ha protagonizado en estos días los medios por su detención, tras haberse gastado más de 3 millones de euros por un error de Westpac, el banco más grande de Australia.
Al cumplir los 18 años, Christine abrió una cuenta bancaria en 2012. Hasta aquí todo normal, hasta que las autoridades se percataron de sus gastos desorbitados durante cuatro años, una cifra que superaba los 4,6 millones de dólares.
Tanto los agentes como el banco habrían intentado ponerse en contacto con Lee en varias ocasiones. Aunque ella habría hecho caso omiso a los correos electrónicos y llamadas, según The Sidney Morning Herald.
Lo que no esperaba esta estudiante de ingeniería química es que iba a ser pillada con las manos en la masa el pasado miércoles tras ser detenida en el aeropuerto de Sidney, portando cerca de un millón de dólares en su bolso y artículos de lujo. El destino de la joven era viajar a Malasia “por motivos familiares”.
El novio de la chica, que dice no saber nada de la procedencia de la fortuna de Christine, pagó la fianza impuesta por el juez. Al día siguiente quedó puesta en libertad bajo vigilancia. No obstante, le retiraron el pasaporte por si le entraban ganas de darse a la fuga. Tendrá que esperar hasta el próximo 21 de junio para conocer su sentencia.
Mientras, la policía australiana ha podido recuperar más de 600.000 euros del dinero sustraído a Westpac, pero la entidad bancaria pretende que Christine le devuelva la cifra íntegra que sacó de la cuenta.
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