Mario Sepúlveda, minero chileno: "Nací para morir amarradito al yugo"

A pesar de ser el showman del grupo de los mineros de Chile, Mario Sepúlveda no quiere ningún protagonismo o tratamiento especial. "Por favor, no nos traten como artistas ni como periodistas. Quiero seguir siendo tratado como Mario Sepúlveda, el minero. Nací para morir amarradito al yugo."

El buen ánimo de este minero ha ayudado a sus compañeros a seguir adelante durante los 69 días que han pasado en la penumbra. Sepúlveda se hizo conocido por amenizar los vídeos que grababa junto a sus 32 compañeros a 700 metros bajo tierra y hoy no ha sido menos. Ha salido con gran energía y alegría de la estrecha cápsula de rescate que está izando uno a uno a los mineros, repartiendo abrazos a todo el que se encontraba, incluido el presidente chileno Piñera.

El minero chileno, de 39 años, casado y con dos hijos, ha sido el primero en hablar ante las cámaras de la Televisión Chilena. Después de superar la primera revisión médica, Sepúlveda ha querido agradecer toda la ayuda recibida y ha pedido que no se le trate más que como lo que es: un minero.

Con gran aplomo, acompañado por su familia, ha contado que durante los más de dos meses a 700 metros de profundidad se agarró a la mano de Dios, con la confianza depositada también en quienes trabajaban por salvarles. "Dios y el diablo me pelearon y ganó Dios", ha añadido.

Crítico con la empresa minera, agradecido a Piñera

Este minero siempre se ha mostrado muy crítico con la empresa minera, porque considera que las condiciones de seguridad del yacimiento de San José eran insuficientes. Hoy, ya en la superficie, ha subrayado que "el mundo laboral tiene que hacer muchos cambios" y ha añadido que "es increíble que a 700 metros de altura nos rejubilaron".

Se ha mostrado muy agradecido por quienes trabajan en las labores de rescate y ha asegurado estar "muy orgulloso" del Gobierno de Sebastián Piñera.

"Pusimos un poquito de nuestra parte, un puntito de locura y la experiencia de mineros que tenemos nosotros. Lo demás lo pusieron los profesionales", resumía Sepúlveda su encierro involuntario.

Junto a su mujer y sus hijos, ha comentado que ha "aprendido cosas maravillosas" allí abajo y se ha permitido dar un pequeño consejo a quienes le escuchaban:

"Para esas personas que tienen la posibilidad de llamar a sus casas y hablar con sus esposos y esposas, háganlo. Los que tienen la posibilidad de hablar con ellos antes de hacer algo malo, háganlo. El amor es lo más bonito del mundo".