Merkel apela al consenso social como arma contra las jubilaciones de miseria

  • La canciller alemana, Angela Merkel, evocó hoy los logros del seguro de jubilación, nacido hace 125 años en el país para asegurar una vejez digna a la clase trabajadora y que ahora perciben unos 20,5 millones de jubilados, y apeló al consenso social para impedir un futuro de "pensiones de miseria".

Gemma Casadevall

Berlín, 2 dic.- La canciller alemana, Angela Merkel, evocó hoy los logros del seguro de jubilación, nacido hace 125 años en el país para asegurar una vejez digna a la clase trabajadora y que ahora perciben unos 20,5 millones de jubilados, y apeló al consenso social para impedir un futuro de "pensiones de miseria".

"Estamos obligados a encontrar soluciones adecuadas y evitar una vejez en términos de pobreza", apuntó la canciller, en ocasión del aniversario de la creación del primer sistema de pensiones de invalidez y jubilaciones a las clases más desfavorecidas, en 1889.

Ese aún precario sistema fue el "certificado de nacimiento" del actual seguro de jubilaciones, que en su trayectoria superó "pruebas de resistencia" como la crisis de los años 20 o el expolio aplicado por el nazismo, que desposeyó de sus rentas a judíos y demás "enemigos del régimen", recordó Merkel.

Sobre los principios fundacionales se articuló una gran reforma hacia un seguro de pensiones moderno, en 1957 y bajo el primer canciller de la República Federal de Alemania (RFA), Konrad Adenauer, prosiguió la canciller en la ceremonia celebrada en la cámara regional del "Land" de Berlín.

El seguro actual es resultado de sucesivas reformas en las décadas siguientes, siempre apuntaladas por un gran consenso social entre las principales formaciones, insistió Merkel, ante un auditorio en el que se encontraban dos exministros de Trabajo, el conservador Norbert Blüm y el socialdemócrata Walter Riester.

Blüm, que ocupó el cargo durante los 16 años en que estuvo en el poder Helmut Kohl, y Riester, su sucesor en la primera legislatura del Ejecutivo roji-verde de Gerhard Schröder, representaron ese espíritu de reforma cuyo resultado es el actual seguro de jubilaciones, "puntal de la seguridad social alemana", apuntó Merkel.

De aquel primer seguro en el que el ciudadano capitalizaba su cuota para su propia pensión futura se ha pasado al de solidaridad generacional, en que las aportaciones del contribuyente se usan para pagar las pensiones también de hoy.

La gran coalición está comprometida con la "sostenibilidad" de las pensiones, aseguró Merkel, quien recordó que Alemania disfruta de cifras récord de ocupación -43 millones de ciudadanos- y de un índice de desempleo -un 6,7 %- por debajo de la media europea.

El seguro obligatorio de jubilación tiene ahora 50 millones de contribuyentes y 20,5 millones de perceptores, proporción que permitirá bajar la cuota el próximo año -del 18,9 % al 18,7 %-.

El gran desafío de cara al futuro es no solo el envejecimiento de la población, sino la precarización del mercado laboral, recordó la presidenta del Seguro Alemán de Jubilación, la exsindicalista y exdiputada verde Annelie Buntenbach.

Los alemanes parecen tan conscientes de esa situación como Buntenbach y la propia Merkel, quien destacó que sus compatriotas se retiran cada vez más tarde y que cada vez es mayor el porcentaje de ciudadanos que siguen trabajando pasados los 60 años.

Si en 2000 la media de edad de jubilación era de 62,3 años, ahora es de 64,1 años, a pesar de que a esa generación no le afecta la reforma aprobada por la gran coalición para retrasar de forma gradual la edad de retiro de los actuales 65 años hasta los 67.

El porcentaje de ciudadanos de entre 60 y 64 años que siguen laboralmente activos se situaba en el 2000 en el 20 %, alcanzaba el 50 % en 2013 y ha seguido subiendo hasta el 52,6 % en el segundo trimestre de este año, según revelaba un estudio reciente.

El fantasma de las "jubilaciones de miseria" se ha asentado en la consciencia de la población laboralmente activa y en las advertencias del estamento político.

El récord de ocupación incluye cifras alarmante para el futuro, ya que unos ocho millones de ciudadanos trabajan en Alemania a sueldos bajos o muy bajos y, por tanto, su contribución al seguro de jubilación es asimismo mínima.

Actualmente, la renta media que percibe un jubilado alemán, tras 45 años cotizados, se sitúa en los 1.287 euros, en el oeste del país, y en los 1.187 euros en el antiguo territorio comunista.

Según la Confederación para la Paridad en el Bienestar -ONG muy consolidada en Alemania- en 2021 cerca de un 8 % de los jubilados alemanes percibirán pensiones de pobreza.

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