Miliband aboga por una sociedad británica que premie el esfuerzo

  • El líder del Partido Laborista británico, Ed Miliband, abogó hoy por una sociedad en la que se premie el esfuerzo en lugar de la cultura del dinero fácil que, según dijo, llevó a la crisis del sector financiero.

Judith Mora

Liverpool (R.Unido), 27 sep.- El líder del Partido Laborista británico, Ed Miliband, abogó hoy por una sociedad en la que se premie el esfuerzo en lugar de la cultura del dinero fácil que, según dijo, llevó a la crisis del sector financiero.

En su discurso ante el congreso anual de su formación, reunido hasta el jueves en Liverpool (noroeste inglés), Miliband declaró que, a diferencia del Gobierno conservador-liberaldemócrata, no cree que la riqueza del país deba proceder principalmente del sector de las finanzas, por lo que promovería otras actividades económicas, como "la manufactura o industrias creativas".

El líder laborista insistió en que el Ejecutivo de David Cameron está "haciendo pagar" por la crisis a las personas "equivocadas", ya que ha aplicado drásticos recortes que afectan "a la gente corriente trabajadora" mientras se plantea rebajar la tasa impositiva del 50 por ciento aplicada a los ciudadanos con más ingresos.

Tras pedir al primer ministro que cambie su estrategia a fin de estimular el crecimiento económico, Miliband aseguró que la situación de crisis apunta a otro problema mayor del Reino Unido, "a un fallo del sistema, de las viejas normas y valores".

La crisis bancaria, los disturbios callejeros del pasado verano en Inglaterra, el escándalo de las escuchas ilegales practicadas por periodistas son fruto de la cultura de "todo por nada" que Miliband dijo que se propone cambiar.

En su visión del Reino Unido del futuro, se premiaría "a la gente adecuada con los valores apropiados", personas que trabajan o estudian duro y que contribuyen a su comunidad, señaló.

"Vosotros creéis en los valores a largo plazo pero, en nuestra economía, se os ha dicho que el dinero fácil está bien. ¿Y qué ha pasado? Que ha habido una crisis financiera y os han pasado la factura", afirmó, entre aplausos de los delegados.

Si llegara a gobernar, dijo, se reconocería la labor de empresarios "con valores británicos" como John Rose, exconsejero delegado de Rolls Royce, frente al tiburón financiero Fred Goodwin, exconsejero delegado del Royal Bank of Scotland que puso a este banco, ahora seminacionalizado, al borde de la quiebra.

Miliband, que aludió a su vida personal para mostrarse como un hombre de principios, subrayó que la cultura de la especulación ha creado una sociedad "desigual e injusta", en la que una elite de privilegiados tiene "recompensas injustificadas".

Prometió "una nueva era de creación de riqueza", en la que el Reino Unido volverá a ser un país "que produce e inventa cosas".

"La elección en el siglo XXI es la siguiente: ¿apoyamos a los creadores de riqueza o a los despojadores de activos", se preguntó, para responder que, bajo su Gobierno, se cambiarían las normas de la actividad económica.

Admitió que su partido, al que se atribuye la falta de regulación financiera que propició la crisis de 2008, debe ganarse la confianza del público en materia económica, lo que pretende hacer impulsando la innovación y las pequeñas empresas.

Tras vapulear a los "depredadores" del sector financiero, Miliband también arremetió contra las personas que abusan del Estado del bienestar reclamando indebidamente prestaciones sociales, y dijo que, en caso de gobernar, daría prioridad, por ejemplo en la vivienda, a gente que "contribuye a su comunidad".

Todo esto forma parte de "una nueva oferta" política que, según el dirigente laborista, quien se llevó los mayores aplausos cuando defendió el Servicio nacional de salud (NHS) de la privatización que pretenden los conservadores, pasa por redefinir los valores y "recompensar el esfuerzo".

En su primer discurso como líder tras su elección en septiembre de 2010, cuando arrebató el liderazgo por poco margen a su hermano mayor David, Miliband pareció estar más cómodo en su papel e hizo gala en varias ocasiones de la ironía.

Al hablar de sus hijos pequeños, Daniel y el recién nacido Sam, dijo que eran "la nueva generación de hermanos Miliband", pero quiso "tranquilizar" a los presentes al afirmar: "Deseamos sinceramente que se conviertan en médicos".

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