Mujer y conductora en Arabia Saudí: ¿pero cómo se te ocurre?

  • Tienes que ir a trabajar y coges el coche. O quieres ir de excursión y coges el coche. Tienes una urgencia y para ir al hospital coges el coche. Normal, ¿o no? En Arabia Saudí lo tienes prohibido si eres mujer.

Las mujeres en Arabia Saudí solo se atreven a conducir en el desierto
Las mujeres en Arabia Saudí solo se atreven a conducir en el desierto
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"No cabe duda de que tal cosa [conducir] no está permitida. El que la mujer conduzca acarrea muchos males y consecuencias negativas, como por ejemplo que se mezcle con hombres estando desprevenida. También origina los funestos pecados debido a los cuales esto está prohibido". Así dictamina la fetua (edicto religioso) la prohibición oficial de la conducción para las mujeres en Arabia Saudí, citada en un informe de Amnistía Internacional (PDF).

Hoy las mujeres saudíes están convocadas a conducir en público. Su reivindicación es simplemente esa: poder ponerse al volante de un coche. Ya lo hicieron en 1990, cuando oficialmente no era ilegal pero sí en la práctica. La consecuencia de aquello fue precisamente la fetua actual, según Amnistía.

Eman Al Nafjan tiene tres hijos y estudia un postgrado en Riad, la capital saudí, y publica el blog Saudi Woman para dar información sobre la realidad en su país "directamente desde la fuente" y contrarrestar así el análisis de los "supuestos expertos" que opinan sobre su vida y cultura.

"Solo he cogido el coche para divertirme, y [siempre] en el desierto. No tengo carnet de conducir ni he ido nunca a una autoescuela", explica a lainformacion.com por correo electrónico. "Creo firmemente que el acceso al transporte es un derecho humano que se les está negando a las mujeres saudíes".

Carlos Buj es un español que estuvo un año destinado en Riad. En todo ese tiempo nunca vio a una mujer al volante, excepto "alguna extranjera en el desierto". Eso es todo.

Ni operaciones médicas sin permiso

"En Arabia Saudí, las mujeres son discriminadas en casi todos los aspectos de su vida, tanto por la tradición como por las leyes", denuncia Amnistía. "El Estado impone con toda su fuerza y autoridad la observancia de algunas costumbres y tabúes sociales discriminatorios".

"Las mujeres saudíes tienen prohibido acceder a la mayoría de edificios oficiales. Están mal representadas en las cortes y no pueden votar. Las ofertas de trabajo son pocas", enumera la bloguera saudí. "Además, necesitan obtener un permiso por escrito de un guardián varón para viajar, obtener una educación o incluso someterse a una intervención médica. Y los matrimonios entre menores son legales. Es evidente que las mujeres están limitadas".

Buj volvió en 2009 a España y señala que son muchas las restricciones a las que están sometidas las mujeres: "Hay otras cosas más graves [que la prohibición de la conducción], como no poder abrir una cuenta bancaria o hacer cualquier trámite oficial [sin la intervención del hombre]. No pueden hacer nada en la vida en contra de su padre, contra su marido o su hermano".

Taxi o chófer

En uno de los países más ricos del mundo gracias al oro negro (está en el puesto número 23 del mundo según el almanaque de la CIA) son muchos los saudíes con ingresos suficientes como para poder permitirse contratar a un chófer. Cuesta entre 200 y 300 euros al mes, según Buj.

"Si fuera un país más pobre, no habrían conseguido mantener la normativa tanto tiempo", afirma convencido el español. Aún así, la renta per cápita estimada en 2010 por el World Factbook de la CIA está por debajo de los 18.000 euros (24.200 dólares), por lo que queda claro que son también muchos los que no se pueden permitir ese lujo. "Es caro", opina Al Nafjan sobre la opción de chófer o taxista. Dice que son las más habituales, aunque a veces un familiar lleve a las mujeres.

Faisal Auda tiene 27 años que actualmente estudia en Oregon (EEUU). Tiene cinco hermanas en Arabia Saudí y explica que para ir de un sitio a otro cogen un taxi o les lleva algún miembro de la familia. "Pero no es el mayor problema, porque no tenemos un verdadero servicio público de transporte y la mitad de la población no puede conducir", apunta.

"El sistema está diseñado de forma que la mujer quede bajo el dominio del hombre y que sea difícil para nosotras abandonar la casa sin supervisión", añade Al Nafjan.

"Me gustaría que el Gobierno montara un excelente servicio de transporte público y pusiera orden en el sistema de tráfico además de combatir la corrupción en el sector", pide Auda. Asegura que los "conductores extranjeros en los que tenemos que confiar abusan de sus clientes u ofenden sus valores de algún modo".

Eterno debate

Aún así, no es que para todas las mujeres y los hombres saudíes resulte inconcebible que una mujer conduzca. Incluso una princesa y esposa de uno de los hombres más ricos del mundo, se ha pronunciado a favor de cambiar la normativa en el pasado. "Conduzco en todos los países a los que viajo", declaró desafiante en 2009, según recoge el diario The Daily Mail.

Buj asegura que el Gobierno sería más permisivo si los sectores conservadores o ultra religiosos se lo permitiesen. Pero el caso es que es un debate que lleva abierto desde que en los años 70 empezaron a proliferar los automóviles en Arabia Saudí, según el periódico árabe Asharq Alawsat editado en Londres. Y la situación no ha mejorado.

Ahora ha sido la activista Manal al Sharif quien ha convocado a las mujeres saudíes a través de Facebook bajo el lema "Voy a conducir mi coche". No quieren pelea. En un comunicado recogido por Efe, las activistas señalan que "las mujeres se comprometen a llevar velo, a cumplir las normas de tráfico y a no desafiar a las autoridades".

Poder conducir o no, tener los mismos derechos que los hombres o no, esa es la cuestión.

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