Mujeres que ejercen de 'mulas' en Sao Paulo: ¿delincuentes o víctimas?

  • Estas mujeres han sido 'mulas' o porteadoras de droga en su propio cuerpo, pero muchas no llegan a percibir beneficios reales del narcotráfico internacional. Si las atrapan, se enfrentan a largas sentencias que van de tres a 15 años en una cárcel de Sao Paulo, en la mayoría de los casos lejos de su país y de los suyos.

'No puedes decir que toda mujer que haga esto es avariciosa o facilona. Si miras a las mujeres de aquí y escuchas sus historias, verás que son madres, hermanas y esposas', dice una prisionera sudafricana en la penitenciaría para mujeres de Sao Paulo.

Estas mujeres han sido 'mulas' (contrabandistas de drogas en pequeñas cantidades, según la RAE) en su propio cuerpo, pero muchas no llegan a percibir beneficios reales del narcotráfico internacional. Si las atrapan, se enfrentan a largas sentencias que van de tres a 15 años en una cárcel fuera de su país, lejos de su familia e hijos. Solo les permiten dos llamadas al año.

El aeropuerto internacional de esta ciudad brasileña es el principal punto de salida para las 'mulas' que transporten cocaína desde Sudamérica al resto del mundo. Con conexiones aéreas a otros 53 países, está bien posicionado para proporcionar la creciente demanda de esta droga. De media, aquí se arresta a cinco personas al día por narcotráfico internacional.

Hace menos de diez años, solo había 40 mujeres extranjeras encarceladas en el estado de Sao Paulo. Ahora son más de 400, todas en esta cárcel. La mayoría de ellas son de Sudáfrica.

Muchas de las mujeres que han acabado aquí no habían cometido ningún crimen antes. Amenudo están necesitadas y los traficantes les prometen que el riesgo de que las pillen es mínimo. Para unas mujeres que no tienen nada, la recompensa (entre 800 y 9.500 dólares) puede cambiarles la vida, con lo que las mujeres siguen viniendo.

Pero muchas de estas mujeres nunca estuvieron predestinadas al éxito. Incluso antes de que llegaran al aeropuerto, una llamada anónima a la Policía proporciona su nombre y descripción. Muchas veces son las mismas personas que las han contratado para que fueran mulas porteadoras de droga, como parte de una estrategia para mantener despistadas a las autoridades y que no descubran otro negocio más lucrativo que se estén trayendo entre manos.

Jackie Dewe Mathews, Sao Paulo (Brasil) | GlobalPost
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