Nueva Delhi no aprovecha su momento de gloria

  • El presupuesto la India tenía para la organización de los juegos de la Commonwealth se ha multiplicado por las decenas de casos de corrupción. Aunque ya han rodado muchas cabezas, quedan otras muchas por caer. A escasas semanas del comienzo del evento, Nueva Delhi está sumida en el caos.
A escasas semanas del comienzo del evento, Nueva Delhi está sumida en el caos.
A escasas semanas del comienzo del evento, Nueva Delhi está sumida en el caos.
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Saritha Rai| GlobalPost

(Bangalore, India). El que se suponía que iba a ser el momento de gloria de India se está convirtiendo en su momento de vergüenza nacional.

A tan solo unas semanas de la ceremonia de inauguración de los Juegos de la Commonwealth en Nueva Delhi, fijada para el 3 de octubre, la organización del evento va camino de ser una debacle en el amplio sentido de la palabra, con escándalos de corrupción masiva, una cascada de dimisiones, preparativos incompletos y serias dudas sobre las medidas de seguridad.

"Este es un desastre de relaciones públicas para la India", asegura el ex deportista de élite Ashwini Nachappa. Nachappa, junto a otros 10 atletas internacionales, encabeza CleanSports India, una campaña nacional para apartar del deporte indio a los corruptos, incluyendo a quienes están supervisando la organización de estos juegos.

En Nueva Delhi la peste de la corrupción ya está empezando a rivalizar con el hedor del notoriamente maloliente río Yamuna, que atraviesa la capital. El presupuesto de los juegos ha sobrepasado con creces los 75 millones de dólares asignados originalmente, que serán pagados en su mayoría por los contribuyentes. El coste final del evento se calcula ahora que será de unos 8.000 millones de dólares.

Escándalo tras escándalo ha destapado cobro de comisiones, escabrosas empresas intermediarias en el extranjero, correos electrónicos falsificados, pagos inexplicables a empresas ficticias y facturas infladas por todo, desde el papel higiénico hasta las cintas de correr.

La corrupción es infinita, asegura Rajesh Tomar, un ex atleta internacional que forma parte del comité que supervisa los juegos. "Es un despilfarro masivo de dinero público, dinero y energía", denuncia.

El organismo de control de la corrupción en India, la Central Vigilance Commission, ha detectado irregularidades en más de una docena de proyectos y ha cuestionado la calidad de las instalaciones. Enormes montones de escombros y de basura, un techo derrumbado, cables colgantes, muros que filtran agua, tejas rotas y un estadio sin terminar se han convertido en las imágenes habituales que muestran a diario los periódicos y las cadenas de televisión.

A principios de mes, el administrador de los juegos, Anil Khanna, dimitió tras ser acusado de corrupción. Además, tres altos funcionarios han sido suspendidos de su cargo en los juegos tras una investigación sobre irregularidades financieras.

"Es obvio que una falta total de gestión y de responsabilidad ha llevado a todo tipo de políticos y funcionarios a meterse dentro para ganar dinero fácil a cuenta de la generosidad del gobierno", asegura el columnista deportivo Ayaz Memon, para quien los escándalos que surgen a todas horas son como una lata de gusanos.

Ya han rodado unas cuantas cabezas, pero las medidas no han alcanzado a Suresh Kalmadi, un líder del gobernante Partido del Congreso y veterano jefe del Comité Olímpico de India, que está a cargo de la organización de los Juegos de la Commonwealth. Las autoridades del Partido del Congreso han reiterado en numerosas ocasiones que el orgullo nacional está en juego con este evento, y que es momento de mantenerse unidos.

"¿Qué orgullo nacional?", pregunta Memon, quien cree que cualquier esperanza de India de organizar los Juegos Olímpicos o cualquier gran evento deportivo se ha desvanecido por completo. "Para una gigante económico emergente, esto es realmente negativo".

Los inminentes juegos se perciben como un absoluto despilfarro de dinero público. Los canales de televisión han denunciado las lamentables instalaciones que se les ha facilitado a los trabajadores inmigrantes contratados para construir las infraestructuras de los juegos. Además, las autoridades municipales han puesto en marcha amplias campañas para "limpiar" Nueva Delhi de vagabundos e indigentes.

Nueva Delhi parece actualmente una enorme excavación arqueológica.

"¿Por qué chantajean a la gente corriente con el orgullo nacional? Los juegos no beneficiarán a nadie... ni a los futuros atletas indios, ni tampoco a los ciudadanos", dice Nachappa, haciéndose eco del sentimiento popular de que esos millones de rupias se podrían haber invertido mejor en construir carreteras, escuelas y hospitales.

Algunos analistas optimistas creen que los Juegos de la Commonwealth de Nueva Delhi tendrán finalmente lugar, como una caótica y desorganizada familia india que sale finalmente perfecta en una foto de boda. Pero la gente de la calle lo duda.

"¿Y la novia? ¿llegará sin vestido a su boda?", bromea Tanvi Rajaram, un ejecutivo de seguros de Bangalore.

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