En el segundo día de enfrentamientos, EE.UU. permanece dividido sobre la crisis

  • Washington.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, rezó hoy para que concluya la violencia en Egipto, pero la división de la clase política sobre el siguiente paso de Washington podría dificultar la transición democrática en ese país, según expertos.

Washington.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, rezó hoy para que concluya la violencia en Egipto, pero la división de la clase política sobre el siguiente paso de Washington podría dificultar la transición democrática en ese país, según expertos.

"Rezo para que la violencia en Egipto concluya y se produzca un nuevo amanecer", dijo hoy Obama durante el Desayuno Nacional de Oración, que cada año congrega en Washington a unas 3.500 personas de todos los sectores de la sociedad civil.

Sus declaraciones se producen en el segundo día de violentos enfrentamientos en la Plaza Tahrir en El Cairo entre bandos a favor y en contra de la permanencia en el poder del presidente egipcio, Hosni Mubarak.

Ese estallido social, iniciado hace diez días, logró avinagrar las relaciones entre Washington y El Cairo, a tal punto que la Administración Obama se ha distanciado de Mubarak y ahora le exige que comience "ya" una transición.

Obama ha elegido con cautela cada una de sus palabras, al instar a Mubarak a poner en marcha reformas políticas, sociales y económicas.

El senador republicano John McCain es el único político que ha pedido abiertamente la dimisión inmediata de Mubarak. El resto de los líderes de oposición, incluidos posibles candidatos presidenciales, o apoyan el libreto de Obama o guardan silencio.

El Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU. ha programado audiencias para el miércoles y jueves de la próxima semana, precisamente para evaluar las opciones de Estados Unidos ante esta crisis y, ante el temor de que surja un Gobierno islamista.

El análisis de los posibles escenarios es una tarea diaria en los corredores de la Casa Blanca, el Pentágono, el Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia, según dejó entrever el miércoles el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

Egipto es el segundo receptor de ayuda estadounidense en el mundo, detrás de Israel -la solicitud al Congreso para el año fiscal 2011 es de poco más de 1.500 millones de dólares-, y es pieza clave del ajedrez político de EE.UU. en Oriente Medio, en particular las negociaciones de paz en la convulsionada región.

Ante las revueltas en Túnez y Yemen, uno de los retos de Washington es que la transición "ordenada" y democrática que exige a Mubarak no puede ocurrir si surge un vacío de poder.

Y no está claro, por ahora, quién será el sucesor de Mubarak, de cara a los comicios presidenciales de septiembre próximo.

Es, según observadores, un ejemplo clásico del dilema de EE.UU. al presionar por la democracia y los derechos humanos en la región: en ocasiones, esos esfuerzos sólo han logrado aupar a regímenes opuestos a Occidente.

Hace tres décadas, bajo presiones del entonces presidente Jimmy Carter, el régimen autocrático en Irán fue reemplazado por la República Islámica y, en años recientes, Washington ha visto el fortalecimiento de Hizbulá en el Líbano, Hamás en los territorios palestinos y grupos extremistas en Irán.

Pero Ervand Abrahamian, profesor de Historia de la City University of New York, aseguró hoy que "quienes advierten que si EE.UU. saca a Mubarak el resultado será otro Irán bien pueden, sin quererlo, ayudar a que eso ocurra".

"En Irán pudo haber una transferencia de poder a la oposición moderada sin desangramiento, si EE.UU. no se hubiese aferrado al Shah hasta que fue demasiado tarde" y, posteriormente, se instaló el ayatolá Jomeini, agregó Abrahamian.

Isobel Coleman, del Concejo de Relaciones Exteriores, considera que, una vez superada la turbulencia política, el próximo Gobierno egipcio tendrá que poner en marcha reformas que respondan a la enorme tasa de desempleo, el clientelismo, y otras trabas al desarrollo y crecimiento.

La oficina en Washington del Grupo sobre Crisis Internacionales pidió hoy que las partes en conflicto tomen medidas de inmediato para frenar la violencia, lanzar negociaciones pluralistas para la creación de un "Gobierno interino de unidad nacional", y poner en marcha reformas políticas "exhaustivas".

El levantamiento popular y multisectorial en Egipto, transmitido a través de internet y las redes sociales, es producto de la ausencia de esas reformas. El Gobierno de Washington calibra sus tácticas para que éstas se materialicen.

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