Así es la organización francesa que envía 'cruzados' a luchar contra el 'EI'

Cada vez son más y están dispuestos a todo por derrotar a la organización terrorista más poderosa del momento: el Estado Islámico.

Todavía rondan el centenar y están integrados en las milicias kurdas que luchan en las fronteras, pero el elevado número de donaciones y el incremento de solicitudes hace pensar que serán una fuerza importante en poco tiempo.

Parten desde Europa y Estados Unidos dispuestos a hacer su "cruzada" particular, como el neonazi español que viajó a principios de año hacia Siria para luchar contra los yihadistas, y lo hacen especialmente a través de la organización francesa "Dwekh Nawsha"

El nombre “Dwekh Nawsha” proviene del asirio y significa “los que se sacrifican” o del arameo “los futuros mártires”, explica el diario Público. Fue fundada en agosto de 2014 y tiene sede en Lille, al norte de Francia, en la frontera con Bélgica.

Su intención es clara: reclutar a voluntarios cristianos dispuestos a tomar las armas para combatir al Estado Islámico junto a los peshmergas, que cuentan con el apoyo de Israel y Estados Unidos.

Según manifiestan los creadores de este “ejercito de cruzados”, “las hordas del Estado Islámico están masacrando a los cristianos que habitan en el Kurdistán iraquí y tenemos el deber de proteger a nuestros hermanos”.Cómo entrar en "Dwekh Nawsha"

Para entrar en contacto con Dwekh Nawsha es necesario hacerlo a través de sus web, ya que no tienen un domicilio físico. Así, tienen dos páginas de Facebook, “Dwekh Nawsha France” y “Dwekh Nawsha organización”, y una web oficial creada específicamente para gestionar la llegada de nuevos voluntarios, y registrada por Jean Masouri. Todas ellas creadas entre 2104 y 2015.

Para ir a la zona hay que pagar inicialmente 1.500 dólares más otras sumas en concepto de munición durante la campaña, además de una cantidad mensual por la manutención.

Por otro lado, en la web de DN Francia se abren opciones a aportaciones económicas o donaciones para aquellos que no deseen viajar, pero sí colaborar con la 'causa' a través de Pay-Pal, donde se aporta el link para acceder directamente a su cuenta de la plataforma de gestión de pagos.

“Somos Dwekh Nawsha (Los Sacrificados). Si tú quieres ayudarnos realiza una donación a nuestro Pay-Pal. El dinero lo emplearemos en comprar armas, munición, material sanitario, comida y productos de higiene básicos. Gracias por ayudar al Pueblo Asyrio #Marsel”, dicen en su web.

Francia persigue a los mercenarios

Sin embargo, en Francia la legislación prohíbe expresamente que existan organizaciones que recluten y envíen mercenarios a zonas de conflicto desde suelo francés.

Es por ello que desde la web insisten en que son “voluntarios” que van al lugar de conflicto sin percibir “remuneración por sus servicios”, ya que de lo contrario el peso de la justicia francesa podría caerles encima y acusarlos de “organización terrorista”.

Sin embargo, existen documentos fechados en febrero de este año en los que la propia "Dwekh Nwasha" reconoce pagar personalmente a cada uno de sus voluntarios sumas periódicas de 500 dólares para que “puedan comprar munición”.

Estos pagos se hacen mediante transferencias desde Francia y utilizando “Western Union” y con destino a una de las oficinas colaboradoras de WU en Kirkuk, situada en la calle de la República. 

Otras organizaciones que luchan contra el 'EI'

"Dwekh Nwasha" no es la única organización de este tipo que ha surgido en los últimos tres años, aunque por motivaciones ideológicas diferentes. Al menos tres de ellas lo hacen por razones religiosas, actuando junto a los kurdos.

Entre estas organizaciones se encuentran las denominadas “Unidades para la Protección de la Defensa de la Llanura de Nínive” (NPU), que combaten en primera junto a los peshmergas iraquíes o la “Brigada Babilón”, más pequeña, que actúa junto a los chiítas.

Por otro lado, “Sons of Liberty Internacional” asegura que su única razón para acudir a Siria es derrotar al Estado Islámico y están liderados por Matthew VanDyke, un documentalista que participó activamente en la guerra de Libia.

Su organización mueve en torno a los 4.000 hombres y que ofrece sus servicios a cualquier población vulnerable, aunque no de un modo altruista. Son cientos los voluntarios que quieren entrar en esta organización, pero Van Dyke recluta a muy pocos y los selecciona personalmente.