Pidió siete dólares pero tenía dos millones

Se fue a dormir pobre y se levantó con una fortuna con la que nunca antes había soñado. Aún así, cuando se levantó tuvo que pedirle unas monedas a su vecino para poder pagar el autobús.

Los hechos se remontan al miércoles por la tarde, día en el que se celebraba en Uruguay un sorteo llamado "Cinco de oro". El juego de azar había creado una gran expectación entre los uruguayos porque había acumulado un bote de dos millones de dólares.

La combinación ganadora coincidía con la de un albañil del barrio obrero del Cerro. Al descubrirlo, en un ataque de entusiasmo, su mujer se asomó a la ventana gritando que se habían hecho con el premio. Sin embargo, su marido le pidió que tuviese cautela.

A la mañana siguiente, el albañil se levantó temprano como cada día y pese a haber ganado dos millones de dólares tuvo que pedir prestado a su vecino dinero para el autobús. Eso sí, le prometió que se lo devolvería y que le haría también un regalo, desde luego dinero no le falta.