¿Por qué temen algunos mexicanos el regreso del PRI y la "dictadura perfecta"?

  • Los resultados preliminares de las recientes elecciones apuntan a que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) retomará el Poder Ejecutivo en México. Un regreso que para algunos mexicanos tiene la sombra del autoritarismo y la crisis económica de sus gobiernos anteriores que lo mantuvieron durante siete décadas.

De Campaña
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Carlos Organista

"Yo no creo que se pueda exonerar a México de esa tradición de dictaduras latinoamericanas", decía el escritor peruano Mario Vargas Llosa en el año 1990 durante un encuentro de intelectuales organizado por Octavio Paz, premio Nobel de Literatura mexicano. "México es la dictadura perfecta", remataba.

Se refería a la permanencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el poder, gracias a presuntas maniobras de corrupción y coacción de votos. "Un partido que es inamovible", decía Vargas Llosa, y así fue durante más de 70 años hasta que su opositor histórico, el Partido Acción Nacional (PAN), ganó la presidenciaen el año 2000.

Jóvenes e intelectuales de generaciones que vivieron los últimos mandatos priistas, como el fallecido escritor Carlos Fuentes, han temido y criticado el retorno a las viejas formas de gobernar en México bajo las sombras del fraude, la desigualdad, la crisis económica y el autoritarismo.

Aún persiste la sombra del episodio conocido como la Matanza de Tlatelolco, ocurrido en la capital mexicana en 1968, en el que estudiantes fueron reprimidos por el Ejército.Las cifras oficiales fueron de 40 civiles muertos, pero grupos de derechos humanos y la prensa extranjera contaron hasta 200 víctimas mortales, según el diario mexicano La Jornada.

Los estudiantes realizaban un mitin, derivado de un movimiento de protesta contra el gobierno, y fueron responsabilizados de iniciar un supuesto tiroteo. Aunque nunca hubo confirmación oficial, imágenes difundidas años después mostraron a presuntos militares vestidos de civiles, con un guante blanco que los distinguía como miembros de un batallón, que disparaban contra sus propios compañeros.

Otro episodio de violencia, ocurrido en 1997, ha implicado también al PRI. En 2011, víctimas de la Masacre de Acteal, en el estado sureño Chiapas, interpusieron una demanda ante una corte federal estadounidense contra el expresidente priista Ernesto Zedillo (1994-2000). Le acusan de presunta complicidad en la muerte de 45 indígenas.

La demanda está en curso y espera la respuesta del gobierno de Estados Unidos respecto a una petición de inmunidad que, según el juez Baltasar Garzón, no aplica para el exmandatario.

En el tema económico, mientras el Producto Interno Bruto (PIB) crecía en el mundo durante los últimos tres gobiernos del PRI (1982-2000), en México era negativo. En 1995, la variación anual del PIB cayó hasta 6,2 mientras que en el mundo creció en 3,3 puntos, según estudios de la Fundación Rafael Preciado que está vinculada al PAN, partido del presidente Felipe Calderón.

Esta fama y temores, reconocidos en algunos casos por los propios priistas, han sido enfrentados bajo el lema: el"Nuevo PRI", promovido desde la derrota del partido. Una idea que habría rendido frutos, según los resultados preliminares de las recientes elecciones que dan por ganador a su candidato, Enrique Peña Nieto.

El PRI, ¿de izquierda o de derecha?

Heredero del movimiento revolucionario de 1910, el PRI surgió como el primer partido oficial en México bajo los principios del socialismo. Incluso, desde un principio marcó distancia con el PAN, con fundamentos de derecha.

Entre 1934 y 1940, Lázaro Cárdenas, padre del "líder moral" de la izquierda en México, Cuauhtémoc Cárdenas, gobernó desde una ideología comunista. Impulsó la Reforma Agraria, nacionalizó el petróleo y dio asilo político a los españolesexiliados durante la Guerra Civil.

Sin embargo, los principios se perdieron con los años hasta una clara debacle política que comenzó en el período de 1976 a 1982, durante el gobierno de José López Portillo, cuando el PRI enfrentó su primera crisis financiera originada por un mal manejo de la economía.

Tras las elecciones perdidas en 2000, y en un intento por adquirir una imagen más populista, el PRI anunció su ingreso como miembro pleno de la Internacional Socialista en 2003.

Pero, lejos del socialismo de los años cuarenta, los tres últimos presidentes de ese partido, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, vendieron la mayor parte de las empresas del Estado. Entre ellas Teléfonos de México, propiedad del empresario Carlos Slim.

Pese a mostrar un supuesto compromiso con temas progresistas, el PRI se ha alineado más a la ideología de la derecha mexicana y ha votado en conjunto con el PAN contra el aborto y los matrimonios homosexuales.

Cecilia Soto, excandidata presidencial por el socialista Partido del Trabajo en 1994, lo ubica en el centro político, "oscilando entre el centro nacionalista o el centro social".

El PRI y el fantasma del fraude

El actual candidato de las izquierdas en México, Andrés Manuel López Obrador, ha señalado el presunto fraude electoral debido a su experiencia durante las elecciones del año 2006, en las cuales compitió y perdió por una diferencia de votos de 0,5% contra el actual presidente Felipe Calderón.

Pero el tema obedece también a un hecho conocido en 1988, cuando el candidato de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, habría sido víctima de un presunto fraude electoral orquestado por el gobierno que habría facilitado la llegada del priista Carlos Salinas de Gortari al poder.

Durante las últimas décadas del siglo pasado y hasta la actualidad, la oposición ha denunciado en múltiples ocasiones la supuesta compra de votos, principalmente a nivel estatal, pero han sido desechadas por los tribunales debido a falta de pruebas contundentes.

En junio pasado, el PAN denunció ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el presunto uso irregular de dinero para la compra y coacción del voto por parte del PRI.

Se quejaron del supuesto pago de 70.000.000 pesos mexicanos (unos 4.000.000 de euros) a través de más de nueve mil monederos electrónicos. Los magistrados determinaron que no había elementos para comprobar que el dinero sería destinado a la compra de votos, pero las indagatorias del caso continúan.

Durante su campaña, Enrique Peña Nieto presentó una serie de compromisos relacionados con libertad de expresión, de manifestación, relaciones con los medios de comunicación, derechos humanos, libertad religiosa, no discriminación, división de poderes, transparencia y rendición de cuentas.

El priista retomó el lema del "Nuevo PRI" para deslindarse de la mala fama de su partido y aseguró que "no se van a reinstaurar pasados". Frase que ha reiterado después de que el Instituto Federal Electoral diera sus resultados preliminares y ahora ha añadido: "El reto mayor que tiene el PRI es demostrar su eficacia dando los resultados que la sociedad demanda".

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