Putin ante la encrucijada de unos JJOO de Sochi ensangrentados... y la apertura política

    • Putin está en vilo ante la imagen de una Ruisa que no sabe controlar el terrorismo que llega del Cáucaso.
    • Las revueltas internas se han frenado por ahora pero sus motivaciones están tan latentes como siempre.
Al menos 15 muertos en un atentado con bomba en una estación de tren en Rusia
Al menos 15 muertos en un atentado con bomba en una estación de tren en Rusia

Terroristas que se inmolan. Viudas del Caúcaso en su mayoría, pero también jóvenes luchadores por la causa. Sin nada que perder. Fanáticas. Ni Putin, que siempre ha demostrado su mano dura con los terroristas a los que combate a sangre y fuego, sabe qué hacer para detener esta sangría que puede ser más que temible en unos Juegos de Invierno que, sin duda, serán los más vigilados de la historia.

El último atentado en plena estación de tren en pleno Volgogrado, ha provocado 16 muertos. La herida abierta en Daguestán, pese a contar con un nuevo presidente puesto por Putin, Ramazán Abdulatípov, que ha logrado reducir el número de atentados, parece que no tiene visos de solucionarse. Estamos hablando de la República del Cáucaso con más atentados.Su nombramiento fue a dedo en unas elecciones más que controladas, pero Putin no podía permitirse que las etnias se enfrentasen. Aun así no logra calmar la zona.

Sochi está a 15 horas y poco más de 1.000 km. Volgogrado, a 700 milómetros de Sochi, será una de las ciudades que acoja los JJOO. En el interior del país los terroristas pueden actuar con más facilidad. Y eso hacen."En la ciudad de Volvogrado ha cundido el pánico"

En la estación de trenes de Volgogrado las personas se apiñaban junto al control de equipajes, indicaron testigos a la televisión rusa Rossija-24. "Debido a las fiestas de Año Nuevo había muchas más personas de lo habitual y portaban también más equipaje consigo de lo normal", dijo la propietaria de un kiosko cercano, Irina Kirillowa, que no sufrió ninguna lesión. En la ciudad ha cundido "el pánico", dijo Kasbek Farniyev, el asesor del gobernador local. "Dos atentados en dos meses, eso es demasiado para la población sencilla. El Estado tiene que actuar", exigió.
La terrorista que hizo estallar la carga explosiva en Volgogrado en octubre era una islamista de la república secesionista de Daguestán, aunque hay datos que apuntan a que un hombre podría estar implicado o ser finalmente el inmolado.

En Daguestán suelen registrarse enfrentamientos entre las unidades del Kremlin y los extremistas. Fue el líder islamista checheno Doku Umarov quien pidió llevar la "guerra" al centro de Rusia. El líder checheno acusa al presidente Vladimir Putin de impulsar una "sangrienta política de ocupación" en el norte del Cáucaso. El objetivo de Umarov es crear un Estado islámico, un "emirato del Cáucaso" independiente de Moscú. Y aunque el Kremlin inyecte miles de millones en esta pobre región para ofrecer a jóvenes una perspectiva laboral y apartarlos del radicalismo, las autoridades acusan a las redes terroristas internacionales como Al Qaeda de financiar a los islamistas.

Tan sólo hace unos días causó preocupación el potente coche bomba que estalló en la ciudad de Pyatigorsk, en el Cáucaso Norte. En el atentado ante una comisaría murieron tres personas. Las autoridades creen que también se trata de un acto terrorista. De Pyatigorsk a Sochi hay sólo 250 kilómetros de distancia. ¿Son seguros los JJOO? Esa es la gran preocupación de Putin.

Las fuerzas de seguridad de la república norcaucásica de Daguestán, principal nido de terroristas desde la pacificación de la vecina Chechenia, ya han comenzado a comprobar quién abandonó su territorio en los últimos días. La caza está en marcha.

Las autoridades rusas temían un aumento de la actividad terrorista y guerrillera según se aproxima la inauguración el 7 de febrero próximo de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi (mar Negro).Líder caucásico: "Los JJOO son bailes satánicos contra los huesos de nuestros antepasados"

Hace unos meses el líder de la guerrilla caucasiana, el chechén Doku Umárov, amenazó con abortar los Juegos blancos, que tachó de "bailes satánicos sobre los huesos de nuestros antepasados"."Como muyahidines estamos obligados a impedirlo por cualquier medio permitido por Alá", afirmó en un vídeo Umárov, dado por muerto en numerosas ocasiones.

Por ese motivo y tras el serio aviso recibido en abril pasado con el atentado perpetrado por dos hermanos chechenes durante el maratón de Boston, Putin endureció las leyes contra los terroristas y sus familias.
Ahora, Putin intenta que la represión no se le vaya de las manos. El ruido provocado por las excarcelaciones de sus más poderosos opositores y la trascendencia del encarcelamiento de las Pussy Riot, han cambiado la imagen del líder. Más autoritario y represivo. Las protestas también fueron controladas con violencia, aunque fueron un reflejo del cansancio de la clase media. Y eso es preocupante.Muchos conflictos internos y éxitos externos

Pese los puntos logrados en Siria, y en Ucrania, donde Putin ha confirmado que el poder ruso sigue siendo real y claro, las crisis internas le debilitan por momentos. Putin sabe que no puede permitir que la imagen de Rusia se bañe de sangre y menos en unos JJOO. Todo Sochi será un fortín, pero defenderse de suicidas es una labor imposible hasta para un hombre de la KGB.
El año 2013 también ha estado marcado por un aumento del nacionalismo. Hubo tres grandes conflictos entre rusos étnicos y originarios del Cáucaso o de Asia Central que derivaron en enfrentamientos. En la mayoría de casos la policía logró evitar la escalada del conflicto pero los expertos alertan de que el brote de nacionalismo está motivado, en primer lugar, por un malestar que se ha ido acumulando en la sociedad y que hay que tomar medidas urgentes para remediar la situación.

Putin necesita que entren en la vida política personajes críticos capaces de proponer soluciones eficaces para los muchos problemas que se han acumulado en Rusia, incluida la corrupción. Los privilegios y prebendas de tantos años en el poder son el gran impedimento. Putin debe hacer gestos. Los ha hecho en los últimos días amnistiando a las Pussy Riot o a Jodorkovski, que ha decidido ir a Alemania y evitar meterse en política. Pero también podría hacer la vista gorda Putin en los juicios sobre supuestos desórdenes masivos en la plaza de Bolótnaia de Moscú el 6 de mayo. Muchos se lo aconsejan, ya que nadie cree que la justicia en Rusia sea independiente ni finge que lo sea.
Toda una generación de rusos que desean el cambio sigue a líderes como Navalni, que desea un país más moderno y con más oportunidades basadas en los méritos y las capacidades de sus ciudadanos, y no en su lealtad personal. Putin necesita hacer movimientos para que la democracia se abra paso, necesita contener a los nacionalismos más radicales y necesita ser tan audaz en su política interior como lo ha sido en la exterior este año. Los JJOO de Sochi le preocupan. Y ahí se juega gran parte de su legado. Veremos cómo reacciona al último atentado. Pero la mano dura es más comprendido cuando tras ella hay un guante de seda.

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