Reino Unido busca un "freno de emergencia" para los inmigrantes europeos

    • El primer ministro, David Cameron, está considerando endurecer la política migratoria para frenar el auge del xenófobo UKIP.
El primer ministro británico, David Cameron, en foto de archivo
El primer ministro británico, David Cameron, en foto de archivo

El Gobierno británico está considerando endurecer su política de inmigración y en ello valora seriamente introducir un "freno de emergencia" en el número de inmigrantes procedentes de otros países de la Unión Europea.

El primer ministro británico, David Cameron, no oculta que una de las máximas preocupaciones de su Gabinete es poner coto a la llegada de trabajadores europeos al país, y para ello ha anunciado ya que comenzará por bloquear a los inmigrantes procedentes de países que acaben de incorporarse a la UE.

Sin embargo, la intención de Downing Street podría ir encaminada hacia opciones más radicales, principalmente debido a la presión que sobre Cameron vienen ejerciendo los diputados de su propio partido, recelosos del imparable avance del UKIP (siglas del Partido de la Independencia del Reino Unido), liderado por el carismático Nigel Farage, y que promueve una combativa política contra la inmigración. El UKIP ha revolucionado el escenario político británico después de que en las pasadas elecciones europeas lograse 24 de los 73 escaños que Reino Unido ocupa en Bruselas.

Uno de los principales mensajes de Farage incide precisamente en la salida de Reino Unido de la UE porque, entre otras cosas, su política permite una llegada de inmigrantes que en su opinión no se puede absorber.

Por el momento, las intenciones del primer ministro no han sido aclaradas, aunque los analistas sugieren que van por la línea de pedir frenos una vez que la inmigración de un país alcance un cierto tope, que podría venir determinado por una proporción de la población. Las directivas de la Unión Europea, no obstante, no contemplan la posibilidad de limitar los movimientos de personas, a no ser que se trate de una situación de emergencia.

Los ministros conservadores han reclamado una reforma fundamental de la libertad de movimiento en la Unión Europea y proponen que se exija a los nuevos Estados miembros un determinado nivel económico antes de que sus trabajadores puedan desplazarse por todo el territorio. Con ello, pretenden evitar los flujos masivos de personas hacía países que gozan de una situación más ventajosa.

"Allí donde hemos podido controlar la inmigración, lo hemos hecho", la afirmado la ministra británica de Interior, Theresa May, "la inmigración procedente de fuera de las fronteras de la Unión Europea está a niveles de los 90. Sin embargo, las reglas europeas sobre el libre movimiento de personas hace que eso escape a nuestro control, y esta inmigración se ha incrementado. Fundamentalmente, esto es debido a que nuestra economía está creciendo de forma más decidida que la de otros países de Europa, y eso se convierte en una atracción para que la gente venga aquí a buscar trabajo".

La inmigración se ha convertido en los últimos tiempos en un motivo principal de debate en el país. Hace sólo unos días, el alcalde de Londres, Boris Johnson, ya propuso considerar la introducción de cupos para los inmigrantes europeos, como estrategia para poner freno al avance del UKIP. En declaraciones al diario Daily Telegraph, Johnson defendió que el país debería recuperar el control de sus fronteras, y criticó que la política de inmigración de la UE ha promovido un incremento en el flujo de indocumentados.

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