¿Se acerca realmente el fin de las FARC?

  • La guerrilla colombiana ha liberado a los diez últimos rehenes 'canjeables' después de prometer no secuestrar nunca más. Pero se calcula que hasta 405 civiles pueden seguir en poder de las FARC.

Sus familiares ni siquiera saben si siguen vivos. Llevan años desaparecidos sin que sus secuestradores ofrezcan pruebas de vida de la mayoría de ellos. Son hasta 405 personas que un día secuestraron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en casos documentados por la Fundación País Libre de Colombia. 149 llevan una década presos en la selva, si es que han conseguido sobrevivir.

Con la liberación de los cuatro militares y seis policías este lunes ya no quedan secuestrados calificados como 'rehenes políticos'. Este gesto junto con el compromiso de las FARC de no secuestrar de nuevo son un paso importante en el proceso de pacificación en el país. Pero el presidente colombiano Juan Manuel Santos subraya que es 'insuficiente'.

Oficialmente, al Gobierno solo le constan 79 rehenes en manos de la guerrilla por motivos extorsivos, una cifra que incluso se reduce casi a la mitad si se descartan quienes posiblemente estén muertos. Una fuente del Ejecutivo colombiano consultada por El Espectador, diario colaborador de lainformacion.com, sostiene que sólo se tiene certeza de que sigan vivos 39 de ellos.

Secuestros en descenso

Desde 2002 hasta 2011 el número de secuestros ha caído en picado, más de un 90%: si en 2002 las FARC secuestraron a 998 personas, en 2011 sólo fueron 77, según cifras oficiales de la Dirección Operativa para la Defensa de la Libertad Personal.

Si bien es cierto que desde 2009 han vuelto a aumentar las cifras, pues en aquel año sólo fueron 45 los nuevos secuestrados. En el primer trimestre de 2011 los secuestros 'extorsivos' en Colombia se incrementaron en un 18% en comparación con el mismo periodo del año 2010.

Aún así, 2012 promete marcar un antes y un después: las FARC han prometido no volver a secuestrar. Deben liberar aún a todos los civiles, pero la cifra ya solo puede descender si cumplen su promesa.

Si a esto se suma la experiencia en la lucha contra las FARC de Juan Manuel Santos desde que fuera ministro de Defensa de Álvaro Uribe entre 2006 y 2009, el camino hacia la paz parece estar más llano que nunca.

Otros deberes pendientes

Tras la liberación de los últimos 'canjeables', Santos ha vuelto a subrayar su condición irrenunciable para sentarse a negociar con los terroristas: deben entregar a todos los cautivos. Otros, como el expresidente Ernesto Samper, opinan que debería responder con un gesto de paz.

'Yo esperaría que el presidente respondiera a ese hecho de paz con otro hecho de paz. No me atrevo a decir cuál debe ser. El presidente tiene la sartén por el mango', ha declarado Samper a El Espectador.

El historiador colombiano Medófilo Medina también cree que 'este es un momento para que Colombia haga un alto en el camino y diga que hay espacio para la reconciliación', según declaraciones realizadas a la publicación colombiana Semana.

Sin embargo, 'las FARC deben renunciar a todo hecho terrorista para pensar en el fin del conflicto', ha destacado el senador colombiano Roy Barreras en la misma publicación.

Amnistía Internacional ya advirtió tras el compromiso de las FARC de acabar con el secuestro de que tenía que poner fin a toda su actividad delictiva, como 'asesinatos, reclutamiento de menores y uso indiscriminado de armas'.

Los guerrilleros también tendrían que entregar sus armas y negociar con el Gobierno el futuro de los terroristas. Son muchas aún las tareas, especialmente compleja esta última. Pero 2012 promete marcar un antes y un después en un país sediento de paz.

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